Irak declaró hoy su “victoria total” sobre el grupo Estado Islámico en Mosul, tres años después de que los extremistas ocuparan la ciudad como parte de sus acciones para instaurar un califato global.
“Este gran día de fiesta ha coronado las victorias de los combatientes y los iraquíes durante los últimos tres años”, dijo el primer ministro Haider al-Abadi, rodeado por los jefes militares de más alto rango, en una pequeña base en las afueras del casco antiguo, en el oeste de Mosul.
Las fuerzas iraquíes habían hecho retroceder a los últimos reductos del Estado Islámico hasta el margen del río Tigris.
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Al-Abadi hizo alusión a la crudeza de la batalla por Mosul, la más larga librada contra el EI en Irak, al señalar que la victoria fue alcanzada “con la sangre de nuestros mártires”.
La ofensiva contra el grupo Estado Islámico en Mosul, que duró casi nueve meses y tuvo el apoyo aéreo de la coalición encabezada por Estados Unidos, dejó miles de muertos, sectores completos en ruinas y casi 900 mil desplazados.
Poco después del discurso de al-Abadi, la coalición lo felicitó por la victoria pero subrayó que sectores del casco antiguo aún “deben ser despejados de posibles explosivos y combatientes del ISIS escondidos”. ISIS, ISIL y Daesh son los acrónimos alternativos del grupo Estado Islámico.
Horas antes, la aviación atacó la última zona en poder del EI en el borde occidental del Tigris, vehículos militares trasladaron a los heridos a hospitales de campaña y los soldados llenaron a toda prisa bolsas con granadas de mano para llevarlas al frente.
En la última semana, las fuerzas iraquíes avanzaron con lentitud por las callejuelas del casco antiguo, abrieron huecos en paredes y demolieron viviendas para establecer un corredor por el cual llevar suministros y establecer posiciones de combate en un distrito donde muchos de los inmuebles tienen siglos de antigüedad.
Por varios días, los cientos de rebeldes restantes mantenían una zona de menos de un kilómetro cuadrado (menos de una milla) y los comandantes militares habían señalado que el triunfo era inminente.