En la víspera de una reunión de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en la que probablemente se escogerá un presidente interino para la institución, los cinco candidatos al puesto en propiedad acudieron a la unidad de Carolina para exponer sus planes de trabajo ante la comunidad académica.
Al tiempo, se expresaron sobre el cónclave de mañana y –algunos- tronaron contra el mayor ente de gobernanza universitaria por ponderar iniciar nuevamente el proceso de búsqueda y consulta para la presidencia.
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“Hoy más que nunca esta universidad necesita liderato en propiedad. Es lamentable que eso no sea lo que la Junta de Gobierno va encaminada a hacer”, dijo antes de comenzar su alocución el profesor del Recinto de Río Piedras, Carlos Colón de Armas.
Por su parte, la economista de UPR Arecibo, Martha Quiñones, concordó con las palabras de su contrincante. Además, destacó que es “falta de respeto” por parte de la JG tener ante sí tal consideración.
Si mañana la JG acuerda reiniciar el proceso, Colón de Armas dijo que evaluará si volverá a correr para la presidencia del primer centro docente. Quiñones, contrario al doctor en finanzas, afirmó que volvería a la contienda y exhortaría a más personas a postularse, sobre todo profesores sin plaza, para retar las decisiones del cuerpo de mayor rango en la UPR.
De otra parte, Arturo Avilés, profesor de administración de empresas en UPR Bayamón sostuvo que su candidatura “ya está sometida, ahí está”. Nivia Fernández, expresidenta interina y quien renunció a su puesto en medio de una disputa en el Tribunal por la pasada huelga estudiantil, comentó que “mi participación en el proceso fue por nominación” y que ella está respondiendo a esto. Miguel Muñoz, rechazó adelantarse a mañana, pero agregó que “nuestras credenciales están sobre la mesa”.
Discuten sus planes de trabajo
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En términos de su plan de trabajo, Colón de Armas se enfocó en la parte fiscal de la UPR. Presentando un desglose presupuestario, aseveró que la universidad no ha destinado suficientes fondos de su presupuesto para mejoras permanentes, algo que atenderá si logra la silla de presidente, para mejorar la infraestructura de las unidades y recintos del sistema.
De la misma forma, comentó que no favorece un aumento de matrícula, pues este dinero está destinado a pagar la deuda de la UPR. “Si aumentamos la matrícula, lo que hacemos es favorecer la deuda”, señaló. No obstante, recalcó que la UPR debe cumplir con su deuda, porque si no dará pie a que “entes externos”, como los acreedores y jueces de quiebra, controlen la universidad.
Colón de Armas argumentó que apuesta a la búsqueda de fondos externos para allegar dinero a las arcas universitarias, como lo es el fondo dotal.
Quiñones en su participación compartió una “visión de una universidad participativa” en la que los puestos administrativos se escojan por votación. También habló de achicar la Administración Central de la UPR, para así eliminar la burocracia. El presidente, desde su punto de vista, debe dedicarse a identificar fuentes de ingreso y a proteger las finanzas de la institución.
Asimismo, favoreció una matrícula gratuita, fortalecer el fondo dotal y negó que negociará con la Junta de Control Fiscal, ya que para ella se debe respetar la autonomía universitaria.
“No estoy de acuerdo en hablar directamente con la Junta de Control Fiscal. Los estudiantes dieron un paso adelante y les dijeron que la UPR tiene autonomía. Fueron, los retaron y les dijeron ‘ustedes no saben lo que están haciendo y nosotros sí’, sentenció en el foro.
Quiñones agregó que favorecería dar más plazas a profesores por contrato, así como la sindicalización de todos los claustrales. Según ella, ofrecería participación a los no docentes en los cuerpos de gobernanza de la UPR.
Entre las propuestas de Avilés está generar un programa de turismo deportivo y turismo académico para generar fondos. El profesor ripostó que pondría un énfasis mayor en el avalúo de programas académicos y se mostró a favor de que las unidades pequeñas del sistema ofrezcan estudios graduados.
El exprector de UPR Bayamón habló de desarrollar la División de Educación Continua de los recintos, para también generar dinero; descartar la admisión de estudiantes simplemente por su índice académico; mantener a la institución cumplimiento con las acreditaciones; y crear un duodécimo recinto para el sistema, pero enfocado en la educación a distancia.
“Lo que hace a una buena presidencia es facilitar los trabajos, no entorpecerlos. Recibir el consenso de los sectores y a través de él llegar a nuestra meta final, hacer nuestra universidad el número uno”, detalló Avilés.
Fernández adujo que una vez en la presidencia ella evaluaría el perfil demográfico del estudiantado puertorriqueño, dado que entiende que ha cambiado. Esto, de acuerdo a lo que presentó, permitiría a la UPR entender cómo las universidades privadas compiten con ella.
Añadió que “hay que sentarse con los municipios y crear consorcios con la UPR”. Subrayó que el primer centro docente puede tener un mejor posicionamiento internacional si aprovecha los consorcios que tiene con instituciones de Europa, las Américas y los Estados Unidos.
En términos de educación a distancia, Fernández argumentó que “este proyecto ya tiene seminarios establecidos que nos pueden generar como $2 millones. Para enero del 2018 podríamos tener ofertas a nivel de educación a distancia”.
Muñoz, por su parte, detalló que endosa la creación de empresas universitarias para allegar dinero a la UPR. El también expresidente de la universidad, quien lideró al primer centro docente durante la huelga del 2010, mencionó que crearía unos centros universitarios para unir a los diferentes recintos y unidades del sistema, de forma tal que se puedan complementar en sus debilidades. Recalcó que, aunque esto pueda confundirse con la consolidación de unidades, para él esto no es así.
Muñoz defendió su postura de que “las huelgas son ilegales” y que en este tipo de conflicto favorece la entrada de la Policía al campus universitario para “asegurar” que los que quieran estudiar lo hagan y los que deseen protestar también.
Durante su alocución confirmó que de ser presidente evaluaría el cierre de programas académicos con bajo índice de participación estudiantil.