Noticias

Oscar López ya es un hombre libre

El veterano de la guerra de Vietnam, condecorado con la Medalla de Bronce al Valor, estaba preso por actuaciones que no están vinculadas a actos de violencia.

PUBLICIDAD

Oscar López Rivera, el nacionalista puertorriqueño que pasó más de tres décadas en la cárcel por su papel en una violenta lucha por la independencia de la isla de Estados Unidos, será aclamado por muchos como un héroe tras su liberación hoy y homenajeado en el Desfile Puertorriqueño del mes que viene en Nueva York, que congrega multitudes.

“Tenemos que agradecerle por haberle consagrado su vida a nuestra isla”, declaró Nelson Cortés, un mesero de 45 años que apoya la independencia de Puerto Rico. “Es exactamente lo que necesitamos en estos momentos”.

PUBLICIDAD

La historia de Rivera, sin embargo, no es tan sencilla. Integró la organización izquierdista Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que se atribuyó más de un centenar de atentados con bombas en Nueva York, Chicago, Washington y Puerto Rico en la década de 1970.

En un atentado que todavía no fue resuelto contra la histórica taberna Fraunces de Nueva York murieron cuatro personas y más de 60 resultaron heridas. Y los afectados por la violencia no entienden cómo puede ser que Rivera sea considerado un héroe. Para ellos es un terrorista.

López Rivera, quien hoy tiene 74 años, estuvo bajo arresto domiciliario en casa de su hija Clarissa López, adonde se llegó después de que el presidente Barack Obama le conmutó en enero el resto de su condena a 70 años de cárcel. Será agasajado en la isla y también en Chicago esta semana. Sus partidarios planean asimismo rendirle homenaje en el Desfile Puertorriqueño por la Quinta Avenida de Nueva York el 11 de junio, ocasión en la que se le concederá el título de Prócer de la Libertad.

Esa decisión no fue bien vista por algunos puertorriqueños de Nueva York, que han hecho circular un pedido de que se le retire el título de prócer.

Los organizadores del desfile, que atrae más de un millón de personas todos los años, dijeron en un comunicado que “la participación de Oscar no es un apoyo a la historia de su arresto ni de ninguna forma de violencia. Es más bien un reconocimiento a un hombre y a la lucha de una nación por su soberanía”.

PUBLICIDAD

Las FALN surgieron a mediados de los 70, un periodo turbulento en el que también funcionaron organizaciones radicales, como Weather Underground y el Ejército Simbionés de Liberación.

El 26 de octubre de 1974 estalló una bomba frente a un banco de Manhattan a las tres de la mañana. Poco después, alguien llamó a las oficinas de la Associated Press y dijo que alguien fuese a una cabina telefónica del Upper West Side, donde había una carta en la que el FALN se atribuía la responsabilidad del ataque contra “una gran corporación yanqui”.

Las autoridades desbarataron la organización años después, cuando un drogadicto ingresó a un edificio de Chicago y encontró material para hacer bombas y cartas. López Rivera, un veterano de la guerra de Vietnam que había ido de Puerto Rico a Chicago de niño, fue detenido por una infracción de tránsito.

Él y una docena de compañeros fueron hallados culpables de sedición, robo y de tratar de “derrocar el Gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico por la fuerza” en 1981.

“Puerto Rico es una colonia de Estados Unidos y, por lo tanto, el pueblo puertorriqueño tiene derecho a luchar por su independencia, usando todos los medios posibles”, afirmó López Rivera durante su juicio.

Él y los demás nunca fueron vinculados con ningún ataque específico. Estuvo más de una década en confinamiento solitario luego de un fallido intento de fuga.

Cuando el presidente Bill Clinton les ofreció clemencia a varios militantes encarcelados del FALN en 1999, López Rivera rechazó el ofrecimiento en parte porque excluía a dos camaradas. Ellos ya fueron liberados, por lo que la de López Rivera es la condena más larga servida por un militante de la causa de la independencia de Puerto Rico.

Quienes lo apoyan, incluidos el expresidente estadounidense Jimmy Carter, el papa Francisco y el senador Bernie Sanders, dicen que rescatan lo que simboliza: las penurias de Puerto Rico.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último