Muchas veces las personas se topan con un adicto que evidentemente está en una crisis de sobredosis y por temor a repercusiones legales no intervienen con el enfermo. Ante esta realidad, el Senado aprobó de forma unánime un proyecto de ley que busca evitar las muertes por sobredosis.
El Proyecto del Senado 341 —de la autoría del senador independiente José Vargas Vidot, Eduardo Bhatia y Miguel Pereira— establece protecciones para personas sufriendo una sobredosis y que pidan asistencia médica de emergencia. Así como para el uso de naxolona como antídoto de una sobredosis, por parte de personas que no sean profesionales de la salud. De igual forma, crea un programa para su prevención en el que se adiestrarán organizaciones
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El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz fue enfático en que no se mal interprete esta medida como un abandono a la lucha contra el crimen y las drogas sino, “es la lucha por salvar una vida, la que se procura desde la perspectiva cristiana y desde la responsabilidad del Gobierno”. Agregó que solicitará al Gobernador que firme la medida porque “no puede haber algo mas noble y mejor que rescatar a alguien”.
En Puerto Rico sobre 185 mil personas tienen problemas de adicción y una de cada cuatro personas que consumen un opioidie es recetado.
“Con la aprobación de este proyecto, el Senado dice sí a la ciencia moderna y a una visión salubrista para tratar algunas de las consecuencias de la adicción […] Agradezco la voluntad vanguardista con la que los senadores han apoyado este proyecto y espero que cuente con el endoso de los legisladores en la Cámara de Representantes hasta finalmente llegar a consideración del Gobernador”, expuso Bhatia en declaraciones escritas.
De ser aprobado en la Cámara de Representantes y convertido en Ley, proveería protecciones a testigos, personal médico o personas usuarias de drogas que atiendan a una víctima de sobredosis de opioides u ofrezcan asistencia médica de emergencia. Además, permite el uso del medicamento naloxona por personas que no sean profesionales de la salud. La naloxona ya se utiliza con éxito en Estados Unidos desde 1996, así como en otros países, y que se usa para detener el efecto de los opiatos en el cerebro, evitando que la víctima muera al detenerse su sistema respiratorio.