Por Obed Betancourt
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Si fuese el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, quien estuviese en los pantalones en que se encuentra el alcalde de Guaynabo, Héctor O’Neill, evaluaría con detenimiento la solicitud del gobernador para que renuncie a la alcaldía de la ciudad.
A su salida de La Fortaleza, y junto a la alcaldesa de Ponce María Mayita Meléndez, luego de reunirse junto a los alcaldes del Partido Nuevo Progresista (PNP) con el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, Rivera sostuvo que el impacto de esta controversia en la familia suele ser devastador.
Meléndez, por su parte, apoyó la decisión del gobernador de solicitarle la renuncia a O’Neill por el escándalo de supuesta agresión sexual en la que se encuentra.
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Hoy se conoció que el alcalde de Guaynabo renunció “temporeramente” a la presidencia del PNP en esta ciudad. No obstante, rechaza renunciar a su puesto de alcalde.
El gobernador también solicitó al Departamento de Justicia que investigue los hechos del escándalo y de donde provino el dinero para transar la demanda de una empleada del municipio, guardia municipal, víctima de O’Neill. A la investigación se sumará el Fiscal Especial Independiente y la Oficina de Etica Gubernamental.
Meléndez condenó “cualquier ataque que se haga a la mujer, y esto ocurre a diario, el maltrato, la violencia”, dijo, mientras reparaba en que ya el gobernador tomó “cartas en el asunto”. Esta se negó a indicar su impresión personal sobre la controversia en que se encuentra O’Neill.
La alcaldesa de Ponce viene de perder sus aspiraciones a la presidencia de la Federación de Alcaldes ante el primer mandatario municipal de Arecibo, Carlos Molina.
No obstante, dijo que “cada uno de los líderes de este partido, en el caso de los alcaldes y alcaldesas, debemos tomar la mejor decisión para nuestro pueblo”, la cual no especificó.
Por su parte, el alcalde bayamonés dijo que “el gobernador tomó una decisión acertada en referir el caso al Departamento de Justicia para que se empiecen las investigaciones y todo el mundo tenga su espacio, unos para presentar su caso y otros para defenderse”.
“Si me preguntaras a mí qué yo haría si estuviese en una situación como esa -agregó Rivera sin esperar que se le preguntase- yo evaluaría profundamente la petición que ha hecho el gobernador de renunciar, de separarme del cargo, pensando en mi familia, en los compañeros de trabajo que siempre se afectan porque obviamente el ambiente se pone un tanto tenso y esos empleados no van a producir de la misma manera, la familia se afecta de una manera gigantesca”.
Rivera habló con O’Neill este domingo en la tarde, luego que en la mañana este se dirigiera al país, aunque sin esclarecer nada del acuerdo transaccional, pero reiterando que el dinero que pagó a la víctima es de su pecunio y no del erario.
El alcalde de Bayamón se negó a revelar detalles de esa conversación.
“Una situación como esta, siendo tan difícil, yo la evaluaría”, reiteró Rivera.
Este reconoció que, de cara al plebiscito de junio sobre el estatus político de la Isla, cualquier cosa puede afectar los resultados.
“A ninguna institución le conviene tener problemas porque siempre la atención se desvía”, afirmó.
La reunión de los alcaldes con el gobernador fue en torno a las alternativas que tienen los mandatarios municipales a las propuestas del gobernador dispuestas en su plan fiscal, en el que se afectan los municipios, como la revalorización de las propiedades, cuyos impuestos se pagan a los municipios.
“Cualquier otro tema”, que no sean las propuestas que se manejan para resolver los problemas del país, “desvían la atención. Rivera aseguró a preguntas de la agencias Inter News Service que durante la reunión con el gobernador no se discutió la controversia de O’Neill, quien no asistió.