Danka, una golden retriever, se ha convertido en la nueva compañera de clase. Con ella trabajan el lenguaje no verbal, las emociones y la empatía para así tomar conciencia de lo que siente un niño que sufre bullying. Los alumnos admiten que trabajar con un perro les ayuda a “sentir lo que los demás sienten” y a “aprender a llevarnos mejor con nuestros amigos y compañeros”. Desde la asociación que se encarga de las sesiones afirman que varios estudios dicen que la cohesión entre perros y niños ayuda a prevenir. Video: Reuters.
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