Eva L. Ayala Reyes, presidenta de la organización magisterial Educadores por la Democracia, Unidad, Cambio, Militancia y Organización Sindical (Educamos), advirtió hoy que el país no necesita una secretaria de Educación “part time”, sino a tiempo completo.
Esto, en referencia a que la secretaria Julia Keleher “admitió que ya tiene tres empleos diferentes: profesora en una Universidad de Estados Unidos, asesora de reingeniería y reestructuración de la agencia y también secretaria de Educación”.
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“No sabemos qué otra sorpresa nos espera en este caso. Y eso nos preocupa, porque el sistema de educación pública necesita una secretaria a tiempo completo, pues son muchos y complejos los problemas en el Departamento de Educación”, apuntó.
La sindicalista dijo que entre los asuntos que el magisterio espera que Keleher resuelva con urgencia, “y que le hemos planteado ya en varias ocasiones, personalmente y también por escrito”, está la inmensa carga de trabajo administrativo que el magisterio se ve obligado a realizar y que constituye un obstáculo a la labor educativa.
Además -aseveró- “esto pone en riesgo la salud, la seguridad y hasta la vida de muchos compañeros. Es un trabajo que se ha convertido en obligatorio sin paga y requiere mucho tiempo extra fuera del horario escolar. Se convierte prácticamente en trabajo esclavo”.
Otra tarea prioritaria, a su parecer, es el establecimiento de un proceso de evaluación objetivo y formativo “que apoye nuestra labor educativa, y no que funcione como espada de Damocles sobre todo lo que hacemos”.
“Actualmente, la evaluación del magisterio depende del resultado de las pruebas estandarizadas, hace abstracción de los múltiples factores que inciden en el nivel de aprovechamiento y tiene un enfoque altamente punitivo y subjetivo”, insistió.
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Añadió que otro asunto urgente es que los fondos lleguen a la sala de clases, pues a su juicio es “altamente injusto e inhumano” que los fondos se queden en las manos de contratistas con contratos multimillonarios, entre los que se encuentra la propia secretaria, mientras se cierran escuelas, programas y plazas porque hay que hacer ahorros.
“El extremo de la injusticia es que el maestro, cuyo sueldo es tan escaso, tiene que gastar de su bolsillo para comprar materiales didácticos y arreglar su salón y, encima, no ha tenido un aumento de sueldo en más de 10 años”, indicó.
Para Ayala Reyes, “muchos de estos asuntos esperan por una carta circular o memorando de parte de la doctora Keleher para comenzar a resolverse. El Departamento de Educación tiene que ser dirigido con sabiduría, sensibilidad, dedicación y compromiso, no hacia la junta de control fiscal, sino con las comunidades y el magisterio”.
“Por eso insistimos en que no necesitamos a la cabeza de la agencia una persona que trate una tarea tan importante como si fuera un ‘part time’. Nos preocupa dónde se traza la raya al momento de abandonar el trabajo como secretaria para dedicarse a contratista o a profesora o a cualquier otro asunto. Nuestro país necesita una secretaria de Educación a tiempo completo”, concluyó.
