La negativa del gobernador Alejandro García Padilla de enmendar el plan propuesto a la Junta de Control Fiscal fue acertada, pues no va a tono con las exigencias del ente federal, que busca un proyecto inmediato.
Así opinó la economista Martha Quiñones, quien señaló que “lo que dijo el gobernador es lo que debía decir. Está muy tarde, porque ya él se va en mes y medio. Eso es lo que esperamos por cuatro años que él dijera”.
El mandatario dijo ayer que no enmendarán el plan fiscal para incluir medidas de austeridad, luego que la Junta de Control Fiscal lo rechazara. “No es lo correcto y no es necesario. Lo sugerido por la Junta, inevitablemente, sometería nuestra economía a un espiral descendente o death spiral económico. Eso sería el regreso a las políticas de depresión”, expresó García Padilla en declaraciones escritas, en reacción a que la JCF solicitara recortes de $1,600 millones al plan.
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Según Quiñones, el plan que había presentado el gobernador saliente “estaba bastante bien estructurado a 10 años, tenía unos objetivos sociales y medidas fiscales que son parte de ese proceso que se debe dar porque, si se hace de cantazo, sería contrario a la economía”.
No obstante, sostuvo que no era el plan que quería el ente federal, porque “la Junta no quiere un proyecto de país; quiere un proyecto que se ajuste las finanzas sin precisamente representar un desarrollo económico”.