San Juan, 8 may (INS).- Una familia proveniente de Sudáfrica que viaja en un velero por el mundo está de visita en Puerto Rico, como parte de su travesía de tres años en la que ya han visitado nueve países y diversidad de islas.
“Mi esposo siempre quiso navegar. Cuando nos casamos, me dijo que quería navegar por el mundo y yo pensé que quizás nunca pasaría, pero lo planeamos por mucho, mucho tiempo, y cuando nuestra hija menor cumplió 10 años nos fuimos a navegar por tres años”, dijo Karin de Van Zyl, acompañada de su esposo Francois Van Zyl, en entrevista con la agencia Inter News Service (INS).
Agregó que “decidimos navegar, darle la vuelta al mundo y regresar a Sudáfrica en tres años”.
Ambos, junto a sus hijas Marike, de 17 años, Franci (16), Karin Joan (13) y Sophia (12), salieron el 16 de diciembre de 2014 desde Ciudad del Cabo en el bote de vela “Shang Du”, vehículo esencial para completar la travesía.
“Esta isla es hermosa. Nos gusta Puerto Rico. Aquí se consiguen las cosas más fácilmente que otras islas y se hacen las cosas con más facilidad”, expresó.
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Declaró además que les encantan las edificaciones históricas del Viejo San Juan, han visto muchos manatíes, han hecho mucho “geocaching” y es el puerto donde han podido anclar más cerca de cruceros.
Al inicio de su travesía navegaron 16 días sin parar hasta la isla Santa Elena, lugar donde pasó su último exilio el militar francés Napoleón Bonaparte. Luego pasaron 27 días de navegación para llegar a Río de Janeiro, Brasil, donde pasaron cuatro meses.
“Navegamos hacia arriba por la costa Este de Sudamérica hasta llegar a El Salvador. Tuvimos varias pequeñas paradas antes, pero la más extensa fue en El Salvador, donde estuvimos más tiempo”, explicó la mujer, quien celebra en la isla el Día de las Madres y recibió flores como regalo de parte de sus cuatro hijas.
Sostuvo que “es muy bueno poder llevar la casa contigo, porque muchas cosas se quedan igual, pero pruebas lugares diferentes, comes comidas diferentes y haces cosas diferentes”.
Otras paradas han sido en Granada, Tobago Key, Dominica, Guyana Francesa y Trinidad, donde permanecieron tres meses y sacaron la embarcación fuera del agua para repararla.
“Esa fue la única vez en que vivimos en el barco, pero fuera del agua. Y era curioso porque el barco no se estaba moviendo, no sentíamos el movimiento. Usábamos una escalera para entrar a nuestra casa”, contó Van Zyl.
Camino a Trinidad, la familia sufrió un intento de piratería moderna cuando -según narró la mujer-“era tarde en la noche y un barco sin ninguna luz vino a nosotros, que teníamos una linterna y comenzamos a alumbrar para allá pero ellos no dijeron nada y se fueron. Estábamos muy nerviosos, así que mi esposo pidió a todas las niñas que subieran a la cubierta para que si ellos regresaban vieran en la oscuridad que había muchas personas”.
“Ellos volvieron más tarde, y lo mismo, alumbramos, pero ellos no hablaron y sólo se fueron. Gracias a Dios que nos protegió”, abundó.
En Trinidad recibieron la visita de la madre de Francois, quien “trajo una lista de pedidos que le habíamos hecho de cosas de Sudáfrica que no se consiguen por acá”.
La familia lleva dos semanas en el muelle del Club Náutico de San Juan, donde esperan estar al menos una semana más.
Se espera que luego vayan a Florida, cerca de Orlando, ya que las hijas desean visitar Disney World, y posteriormente viajarán a la costa Este de Estados Unidos, hasta llegar a Nueva Escocia.