Puerto Rico se encuentra en su peor crisis en sus 522 años de historia. Repasemos qué nos ha traído hasta aquí: Puerto Rico carece de un plan de país a mediano y largo plazo; las decisiones, así como la implantación de estas, no han estado centradas en el bienestar del pueblo; las estrategias de desarrollo económico y social de Puerto Rico cambian cada cuatro años, es decir, cada partido se ocupa de matar cualquier iniciativa del otro sin importar si funciona o no. Es evidente que el modelo político partidista de Puerto Rico no ha sido capaz de llenar nuestras aspiraciones como pueblo.
Es triste e indignante ver como Puerto Rico cuenta con una tasa de participación laboral de un 39 %, una de las más bajas del hemisferio. Por otro lado, en nuestra isla viven 900,000 personas en niveles de pobreza, representando un 25 % de nuestra población y ocupamos una privilegiada posición entre los primeros países del mundo en desigualdad. Y te pregunto, ¿esto no te indigna?
Puerto Rico no puede continuar entretenido en temas que nos separan como pueblo y distraen la solución rápida de nuestros problemas medulares como lo son: la crisis financiera, los altos costos del agua y la luz, el deterioro de nuestras carreteras, la falta de empleo, la decadencia de nuestro sistema educativo, la falta de seguridad en nuestras calles y vecindarios, la desintegración del núcleo familiar a causa de la emigración de los suyos, entre otros.
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Puerto Rico necesita una administración centrada en las necesidades apremiantes, que atienda con sentido de urgencia los asuntos medulares, para restablecer el aparato financiero, el desarrollo económico y la credibilidad de las
agencias gubernamentales.
Puerto Rico necesita un gobierno cuya lealtad este centrada en el bienestar del pueblo, no en individuos, en partidos políticos o agendas particulares.
Mi misión como candidato independiente a la gobernación de Puerto Rico es incorporar a la administración gubernamental prácticas de gerencia que promuevan, de forma medible, el servicio eficiente y eficaz de todas las agencias y corporaciones públicas, así como administrar el País con transparencia, hablando con la verdad, rindiendo cuentas a través del cumplimento de metas y objetivos específicos.
Aspiro a que los puertorriqueños puedan tener oportunidades de desarrollo y crecimiento en su suelo. ¿A qué aspiras tu?
