WASHINGTON (AP) — Furioso frente a una tempestad política, el presidente Donald Trump lanzó el viernes una severa advertencia al despedido director del FBI sobre la probable existencia de “grabaciones” de sus polémicas conversaciones, lo que plantea la provocativa posibilidad de que haya dispositivos de escuchas instalados en la Casa Blanca.
El principal portavoz de Trump rehusó hacer declaraciones sobre la presencia activa de aparatos de escuchas en la Oficina Oval u otras partes, declaración evasiva que trajo a la memoria las grabaciones secretas de conversaciones y llamadas telefónicas que al final costaron la presidencia al mandatario Richard Nixon en el escándalo Watergate.
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La advertencia del mandatario a su despedido director del FBI, James Comey, propiciaron nuevas acusaciones de intromisión en una pesquisa sobre las denuncias de que hubo colaboración el año pasado entre Rusia y el equipo de la campaña presidencial de Trump.
La advertencia también incrementó la confrontación potencialmente perjudicial entre un presidente indisciplinado y colérico y un agente de la ley poco convencional al que despidió hace tres días. Sin mencionar al Congreso, que tiene en marcha sus propias investigaciones.
Los demócratas rápidamente aprovecharon la disputa y exigieron a la Casa Blanca que entregue todas las grabaciones que puedan existir sobre las conversaciones entre el presidente y Comey.
El proceder de Trump suscita “el espectro de una posible intimidación y obstrucción de la justicia”, escribieron los representantes John Conyers y Elijah Cummings, demócratas de alto rango en las Comisiones Judicial y de Supervisión de la Cámara Alta, en una carta dirigida al abogado de la Casa Blanca, Don McGahn.
“Las acciones presidenciales también ponen en peligro de socavar las actuales investigaciones penales y de contrainteligencia, y la independencia de las agencias policiales federales”.
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En una entrevista el viernes con Fox News, Trump declinó declarar si tenía dispositivos de escuchas en la Casa Blanca.
“Bueno no puedo hablar de eso. No hablaré de eso. Todo lo que quiero es que Comey sea honesto. Y espero que lo sea”, declaró Trump.
Para un presidente que censura de manera frecuente con sus tuits a Washington _y otras capitales extranjeras_ el mensaje de Trump del viernes en la mañana fue perturbador en particular: “Más conviene a James Comey que no existan ‘grabaciones’ de nuestras conversaciones antes de que el comience a hacer filtraciones a la prensa!”, escribió el mandatario.