DETROIT – Un juez ordenó el viernes a Volkswagen pagar una multa de 2.800 millones de dólares en Estados Unidos por manipular las pruebas de emisiones contaminantes en sus vehículos diésel, luego de aprobar el acuerdo que el gobierno negoció con el fabricante acusado de hacer “fraude a gran escala”.
Durante la audiencia, el juez federal Sean Cox apegó su decisión al convenio alcanzado entre la empresa y la fiscalía mediante el cual hace seis semanas VW se declaró culpable de confabulación y obstrucción de la justicia en un caso que involucra a casi 600.000 vehículos diésel en Estados Unidos.
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Estas unidades estaban programadas para encender controles de contaminación durante las pruebas de emisiones y apagarlos estando en tránsito real.
Cox señaló que estaba sorprendido de que la VW hubiera cometido semejante delito.
“¿Quién resultó perjudicado por esta codicia empresarial? Hasta donde puedo ver no fueron los directores de VW, quienes reciben grandes pagas y grandes bonos. Como siempre, es el hombre pequeño”, afirmó el juez en referencia a los compradores de los vehículos y los directivos de VW que podrían tener menos ingresos en el futuro.
En forma separada, VW aceptó pagar 1.500 millones de dólares en un caso civil presentado por autoridades gubernamentales y destinar 11.000 millones para recomprar vehículos y ofrecer una indemnización.
Además siete empleados fueron acusados de delitos en Estados Unidos, pero cinco se encuentran en Alemania y es improbable su extradición.
Cox exhortó al gobierno alemán a que “enjuicie a esos responsables de este fraude deliberado de gran escala que ha dañado a una compañía automovilística emblemática”.