El veto migratorio a ciudadanos de varios países musulmanes no evitará la amenaza de atentados del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en EE.UU. porque sus seguidores ya están en el país y en su mayoría son ciudadanos estadounidenses, según un estudio publicado hoy por la Universidad de Chicago.
“El rostro estadounidense del Estado Islámico”, elaborado por el Proyecto sobre Seguridad y Amenazas de la universidad, contradice la creencia de que los yihadistas son personas jóvenes, solteras, sin educación, aisladas y desempleadas.
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El pasado 27 de enero el presidente, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva para impedir indefinidamente la entrada al país de refugiados de todo el mundo y durante 120 días la de los ciudadanos de siete países musulmanes: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
En palabras de Trump, el objetivo de estas medidas es proteger al pueblo estadounidense del “islamismo radical”, pero el estudio duda sobre su eficacia.
“La amenaza terrorista está cambiando”, señaló Robert Pape, uno de los expertos que analizó los casos de 112 personas procesadas en Estados Unidos por delitos relacionados con el EI entre marzo de 2014 y agosto de 2016.
“El peligro procede casi exclusivamente de ciudadanos estadounidenses que ya se encuentran en el país, no de refugiados o extranjeros”, agregó el profesor de Ciencias Políticas de la universidad.
Dos tercios de los simpatizantes del EI analizados por el estudio nacieron en EE.UU, casi el 20 % eran ciudadanos naturalizados y solamente tres tenían estatus de refugiados (dos de Bosnia y uno de Iraq), señala el estudio.
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La edad promedio era 27 años, en su mayoría eran casados o vivían en relación de pareja y casi dos tercios tenían trabajo y estudiaron en la universidad.
El estudio señala además que la mayoría se convirtió al islamismo en el país y se radicalizó con vídeos de propaganda del EI, con escenas de ejecuciones y conferencias de líderes terroristas.
Pape, que dirige el proyecto, declara en el estudio que las autoridades estadounidenses deben tratar de entender la estrategia de propaganda del EI, para poder contrarrestar sus métodos de reclutamiento y radicalización.
“De nada vale el cierre de fronteras a los refugiados y visitantes de países islámicos”, dijo sobre los polémicos decretos del presidente de EE.UU., que en su opinión pueden distraer a las autoridades de “las amenazas terroristas reales”.