El papa Francisco exhortó hoy a tomar “todas las medidas posibles” para proteger a los refugiados jóvenes, mientras las autoridades seguían buscando en la costa de Libia a posibles supervivientes de un mortal naufragio de migrantes en el Mediterráneo.
La guardia costera italiana informó que solo cuatro personas sobrevivieron el naufragio de un barco que llevaba unas 100 personas, que se hundió el sábado a 30 millas (49 kilómetros) de la costa de Libia. Solo se han recuperado ocho cadáveres.
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En su bendición de mediodía, Francisco recordó que el tema del Día Mundial de los Migrantes que celebra la Iglesia habla sobre la vulnerabilidad particular de los jóvenes migrantes – “nuestros jóvenes hermanos” que muchas veces huyen solos de sus países y enfrentan “tantos peligros”.
“Debemos tomar todas las medidas posibles para garantizar protección y defensa a los jóvenes migrantes, así como integración”, declaró el papa.
La agencia para refugiados de la ONU ha reportado un incremento agudo en la cantidad de menores no acompañados que llegan a Italia, 25.846 el año pasado, más del doble del año anterior. Organizaciones de ayuda dicen que si estos muchachos sobreviven el cruce, son particularmente vulnerables a explotación y abuso por parte de traficantes una vez que llegan a Europa.
La Organización Internacional de Migración, entre tanto, indica que en 2016 registró 4.576 muertes de migrantes que estaban cruzando el Mediterráneo central hacia Italia. Se desconoce el número total de muertos, dado que muchos cadáveres nunca son recogidos.
Dos cadáveres llegaron a playas italianas el domingo, mientras el barco de rescate Aquarius llegaba al puerto de Messina, en Sicilia, con unos 300 migrantes que rescataron el viernes. Los cadáveres fueron desembarcados en ataúdes para que sus familiares los reclamaran, dijo la UNHCR.
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Generalmente, el mal tiempo y mar agitado evitan que los contrabandistas con sede en Libia envíen botes llenos de migrantes hacia Italia, pero la guardia costera de Italia reportó que solo el viernes rescataron 550 personas y el sábado otras 800.
Más al oeste, el servicio marino de rescate de España dijo que desde el viernes han hallado siete cadáveres de migrantes africanos en el Estrecho de Gibraltar.
La última víctima fue una mujer que fue hallada muerta el sábado a bordo de un bote a la deriva en la costa del enclave norafricano de Ceuta, en España. Siete supervivientes fueron entregados a las autoridades españolas.
El servicio de rescate dice que la costa está siendo patrullada para ver si avistan supervivientes de otro bote a la deriva que supuestamente salió del vecino país de Marruecos. Se cree que seis migrantes africanos que se ahogaron estaban en el bote, que podría haberse hundido.