Los operadores de lecherías en Estados Unidos han empleado durante años mano de obra inmigrante para realizar las tareas más agotadoras de la producción láctea.
Pero después de esperar durante años que el Congreso reforme las leyes para permitirles contratar legalmente a inmigrantes por períodos prolongados —y al no encontrar a estadounidenses dispuestos a realizar esas tareas poco atractivas— los productores lácteos de South Dakota podrían recurrir a otra mano de obra: puertorriqueños desocupados.
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Un equipo de la Universidad Estatal de South Dakota ha realizado tres sesiones de reclutamiento en Puerto Rico y prevé hacer otras en mayo. El grupo espera traer una veintena de trabajadores para septiembre.
Jaime Castañeda, de la Federación Nacional de Productores de Leche, dice que si el programa piloto funciona bien, sería un “éxito significativo para la industria láctea estadounidense”.
