Estilo de Vida

Bocadillo Lingüístico: ¿Oír o escuchar?

La doctora Aida Vergne, profesora universitaria y lingüista, nos habla de la diferencia entre los verbos oír y escuchar.

¿Oír o escuchar?
¿Qué le dice su sentido común?
Te escucho, pero no te entiendo…
Te oigo, pero no te entiendo…
¿Cuál escogería usted? ¡Exacto! La primera opción. Pero ¿por qué?
Vamos despacito y miremos otros ejemplitos:
Te oigo, pero no te veo…
Te escucho, pero no te veo…
¿Cuál de las dos oraciones le parece más adecuada”. ¡Pero por supuesto que la primera otra vez! La gran pregunta es ¿POR QUÉ?.
Mire, nada más hay que echarle un vistazo al refranero popular para empezar a desenredar este entuerto. Si a usted le entra algo por un oído y le sale por el otro usted oyó lo que le entró, pero no lo escuchó. Y es que no aprendemos a oír, aprendemos a escuchar. De ahí que se diga que escuchar es una destreza y hasta un don.

El problema con estos verbos es que semánticamente son muy similares, razón por la cual se confunden (sin mayores consecuencias gracias a Dios). Y lo mismo pasa con verbos como ver y mirar, pedir y ordenar, encontrar y encontrarse, traer y llevar, saber y conocer, y si sigo no acabo el Bocadillo de oír y escuchar. Sigo pues…
Lo primero que debemos dejar claritito es que la gran diferencia entre uno y otro verbo es la INTENCIÓN con que se realiza la acción. Me explico.“Escuchar” es algo que hacemos a propósito, que requiere concentración y esfuerzo mental y físico.Oír, en cambio, NO.

Por ejemplo, cuando explota una subestación de la AEE, usted, aunque no quiera, la oye, no la escucha. Oír es uno de nuestros sentidos, algo que no podemos evitar, a menos que usted tenga alguna condición. Entonces, oír es un verbo que refleja una acción sobre la cual NO tenemos control, como cuando el camionero toca la bocina en el Túnel Minillas, y quedamos a punto de un infarto al miocardio. Ese bocinazo fue inesperado, y usted no invirtió el más mínimo esfuerzo en escucharlo, simplemente lo oyó. ¿Me sigue? ¡Claro que me sigue!

Bien. Déjeme ahora complicarle la vida un poquito. Escuchar es “oír” y oír es “oír”.
¿Confundido? Perfecto. Lo desconfundo. Dependiendo del contexto, ambos verbos, oír y escuchar, pueden usarse indistintamente con la misma carga semántica (es decir, como sinónimos). Oír se refiere al acto sensorial, vacío de significado. De ahí que lo usemos hasta para llamar a alguien, como cuando decimos, Oye, mira, ven acá… En realidad es un llamado y no el deseo de que “escuche” nada. En fin, que sin querer oímos ruidos y toda suerte de sonidos, y a propósito escuchamos mensajes, música, poesía…

Todo lo anterior me recuerda el chiste del periodista que le pregunta al político:
-“Del 1 al 10, ¿cuál es su capacidad de prestar atención?”
Y el político le contesta:
“La B”.

¡Feliz jueves!

Para más columnas como esta sigue el Facebook de Bocadillos Lingüísticos:

Síguenos enGoogle News

Lo Último