Recientemente esta es una de las preguntas que más recibo en mi oficina. Principalmente la escucho de líderes que quieren tener un “Dream Team”; ya sea para el sector de mercadeo o el de ventas.
Actualmente estamos encontrando más plazas disponibles que recursos para llenarlas.
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Bajo esta condición, es fácil caer en la tentación de llenar las plazas con lo primero que aparezca. Muchos piensan que si el candidato cumple con los requisitos mínimos; entonces hay que arriesgarse a llenar la plaza.
Lamentablemente ventas y mercadeo son sectores de alta intensidad. Los sectores de alta intensidad exigen de un personal que posea unas características personales, o virtudes, que no se ven en el resumé o en el diploma.
Sabemos que una pobre selección de personal, en los sectores de mercadeo y ventas, termina siempre con un pobre desempeño, la salida del recurso contratado y el regreso al punto de partida.
Mi recomendación para la contratación de personal es siempre la misma.
Comienza mirando a la persona, como persona primero. Luego mírala como profesional y finalmente evalúa si encaja en tu equipo de trabajo.
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Es clave que los futuros compañeros de trabajo posean una serie de competencias que no se ven en el resumé.
Entre las competencias vitales se encuentran las siguientes:
La primera es la agilidad mental.
En ambos sectores, mercadeo y ventas, necesitas personal que tenga la capacidad de pensar rápidamente y encontrar soluciones creativas.
La segunda competencia necesaria es la agilidad verbal.
En mercadeo y ventas es mandatorio poder expresarse de una manera coherente, en múltiples dimensiones y con múltiples públicos.
También es clave que, en un ambiente de cambio acelerado, el recurso que selecciones posea la virtud de cultivar una organización personal impecable, casi obsesiva.
Otro elemento de vital importancia para la creación de tu “Dream Team”, es que la persona evaluada tenga una trayectoria evidente de laboriosidad rigurosa.
A veces nos encontramos con recursos que tienen la idea de ingresar a nuestro equipo a dirigir; y no a ejecutar. Los líderes modernos que generan éxito, no manejan a sus equipos desde el escritorio; los dirigen desde la trinchera en la calle.
