Estilo de Vida

La increíble historia de la librería que sobrevive a la pandemia del coronavirus

Parnassus abrió en 2011 ante todo pronóstico, ya que las otras dos más grandes librerías de la ciudad tuvieron que bajar la cortina. La clave está en su dueña, la novelista Ann Patchett y sus curiosas recomendaciones de libros.

(Mark Humphrey/AP)

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La librería de Nashville que abrió y floreció mientras otras cerraban sus puertas, está una vez más yendo contra los pronósticos en parte gracias a su famosa copropietaria, la novelista Ann Patchett.

Durante la pandemia Patchett ha aparecido frecuentemente en la cuenta de Instagram de Parnassus, a menudo con vestidos de gala o vestidos de cóctel (pues como dice “la alternativa era quedarme en pantalones de yoga el resto de mi vida”), para ofrecer atractivas y persuasivas recomendaciones de libros. ¿Cómo se podrían resistir los compradores estresados mientras ella lee con un tono que describe como “una cruza entre un cachorrito y un baño en la tina”? O ¿qué tal el libro que la amiga de Patchett, la hermana Nina quien es monja, dice que es lo mejor que ha leído en años? “Probado por autores, aprobado por monjas”, dice Patchett a los espectadores.

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Si los comentarios asertivos son un buen indicador, los admiradores de la novelista lo están disfrutando mucho.

“Es tan reconfortante ver a Ann recomendar libros”, escribe un espectador.

“Esto me hace feliz”, escribe otro.

“Mi lista de libros pendientes está fuera de control, y ustedes NO me están ayudando”, compartió otro.

Patchett cuenta con mucha finura cómo su más reciente novela, “The Dutch House” perdió ante “The Nickel Boys” en la contienda por el Premio Pulitzer de Ficción 2020. Con perlas y vestido de gala, Patchett dijo que la novela de Colson Whitehead superó la suya porque “es el mejor libro”.

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“Es un tesoro nacional, como Colson”, dijo.

Además de los comentarios de los clientes sobre obras, muchos de los mensajes preguntan de dónde saca sus vestidos Patchett. Hasta ahora no ha respondido, pero reveló el secreto en una entrevista.

“Mi ropa es toda vieja”, dijo Patchett.

Parnassus abrió en 2011, poco después de que dos grandes librerías de Nashville -la independiente Davis-Kidd y un local de la cadena Borders- cerraran una tras otra. Lo que les decían en ese entonces era que las librerías nunca volverían a ser rentables, incluso los libros físicos podrían desaparecer pronto para ser reemplazados por Kindle.

La decisión de abrir en ese clima puso a Parnassus en la portada del The New York Times y a Patchett en el programa “Colbert Report”, donde Stephen Colbert bromeó “¡Oh librerías independientes! ¿Debería comprarme una de esas en Amazon?”

A pesar de los pesimistas, el proyecto prosperó. Fue redituable incluso en su primer año, dijo Karen Hayes, la copropietaria de Parnassus quien se encarga del aspecto comercial de la librería. A los cinco años de abierta Parnassus duplicó su tamaño a 5.000 pies cuadrados (464 metros cuadrados).

El éxito del establecimiento surge de una combinación de factores que definitivamente incluyen la fama de Patchett y una buena ubicación, pero Hayes nunca se ha quedado sentada a esperar que llegue la gente a comprar libros. Ha trabajado duro para atraer activamente a clientes con cuentos para niños, libro clubs, lecturas con autores, una librería móvil y una caja de suscripción a primeras ediciones, entre otros atractivos.

Los bibliófilos locales estaban preocupados y angustiados el año pasado cuando hubo reportes de que un local de Amazon Books abriría en el centro comercial cruzando la calle de Parnassus, pero Hayes dijo que su negocio no se ha visto afectado.

“Nuestro principal competidor ha sido siempre Amazon online”, dijo Hayes. “Cuando presentaron el envío al mismo día de la orden hace unos años, nuestras ventas navideñas no aumentaron por primera vez”.

Hayes dice que nunca ha comprado en Amazon y dejó de ir a la cadena de supermercados Whole Foods después de que fue comprada por la gigante online.

Hayes no da por hecho el éxito de Parnassus. Tras haber trabajado en la industria editorial por años antes de abrir Parnassus, vio cómo muchas librerías independientes tenían problemas para sobrevivir, así que ha destinado dinero a un fondo para emergencias desde el principio.

“Siempre fui precavida, siempre me aseguré de guardar dinero”, dijo Hayes. “Aunque nunca pensé que sería así de malo”.

Después de cerrar el local al público en marzo, Parnassus recibió un préstamo de covid-19 para pequeños negocios y todavía no ha tenido que tocar su fondo de emergencia. Pero por ahora Hayes desconoce cuándo podrá reabrir la tienda. De momento el piso de ventas se ha convertido prácticamente en un centro de distribución, lleno de rollos de papel estraza y sobres de paquetería, así que no es práctico dejar entrar a la gente, incluso si lo pudieran hacer siguiendo las medidas de seguridad.

A Parnassus le ha ido muy bien con órdenes enviadas por correo y para recoger en el local, pero en épocas normales, más del 20% de las ventas proviene de eventos. A pesar de esto Hayes dice que han podido mantener a todos sus empleados con sus salarios íntegros y seguro de salud.

Pero volviendo al tema de Patchett y esos vestiditos. ¿No le parece raro que la gente comente casi por igual sobre sus atuendos que de sus recomendaciones de libros?

“Éste es mi secreto mágico”, dijo. “No estoy en ninguna red social así que nunca leo ninguno de los comentarios”.

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