La carrera mundial para encontrar una vacuna contra el nuevo coronavirus (COVID-19), la única vía posible, según la ONU, para volver a la normalidad, se intensifica con los primeros ensayos clínicos en Alemania y Reino Unido.
En Alemania, las autoridades federales encargadas de la certificación de vacunas aprobaron el miércoles ensayos clínicos en humanos por parte del laboratorio alemán BioNTech, con sede en Maguncia, en colaboración con el gigante estadounidense Pfizer.
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Estos ensayos, los quintos en humanos en el mundo, según el Instituto Paul Ehrlich (IPE), son “una etapa importante” para que la vacuna esté “disponible lo antes posible“.
Este organismo asegura haber dado su aprobación tras una “evaluación minuciosa del informe riesgos/beneficios potenciales” del producto que se está probando.
Primera dosis
Estos ensayos clínicos serán, en un primer momento, llevados a cabo con 200 voluntarios sanos de entre 18 y 55 años.
La segunda fase debería llevarse a cabo con voluntarios de perfil de riesgo, según IPE.
Según el instituto, el objetivo es “determinar la tolerancia general de la vacuna puesta a prueba y su capacidad para dar una respuesta inmunitaria contra el agente patógeno“, un virus de tipo ARN que tiene la particularidad de mutar.
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En el Reino Unido también están previstos ensayos a partir del jueves, con una primera dosis administradas en humanos, en el marco de un proyecto dirigido por la Universidad de Oxford y auspiciado por el gobierno.
La primera fase este ensayo implica a 510 voluntarios de entre 18 y 55 años. La mitad de ellos recibirán la nueva vacuna, los demás una vacuna testigo.
En paralelo a la investigación se producirá un primer millón de dosis para que, en caso de éxito, la vacuna esté disponible rápidamente.
En Alemania, el IPE no precisa cuándo empezarán exactamente los ensayos.
El presidente de BioNTech, Ugur Sahin, aseguró, sin embargo, que empezarían “a finales de abril“.
Los primeros datos podrían estar disponibles “a finales de junio o principios de julio“, añadió.
Este laboratorio, especializado en los tratamientos contra el cáncer, y Pfizer esperan ahora obtener el visto bueno de las autoridades sanitarias estadounidenses para poner en marcha ensayos en Estados Unidos.
Otros laboratorios también deberían poner en marcha ensayos en humanos en Alemania en los próximos meses, asegura el IPE.
De momento no existe ningún tratamiento o vacuna contra el COVID-19, que ya ha dejado más de 177 mil muertos y ha infectado a más de dos millones y medio en todo el mundo.
La semana pasada, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que encontrar una vacuna es la única vía posible para volver a la “normalidad“, y pidió acelerar los proyectos en curso.
Una resolución de la ONU adoptada el lunes pide un acceso “justo, eficaz y rápido” a una posible vacuna.