Estilo de Vida

Covid-19: El apocalipsis ya le llegó a la moda

La moda mundial ya siente los coletazos de la epidemia: lo refleja en pérdidas y lo representa en pasarelas.

Una imagen icónica del desfile pasado de Chanel para otoño/invierno 2020 fue la de una asistente con un tapabocas de diseño (Yana Rudkovskaya esposa del ex patinador artístico Evgeny Pluschenko)Covid-19: El apocalipsis ya le llegó a la moda

Ya en París Fashion Week se cancelaron varios desfiles por el coronavirus y también fue histórico que Armani hiciera su desfile ante un auditorio vacío, como imagen de lo que se avecinaba: algunos de los casos del virus reportaron estar en la Semana de la Moda de Milán, en Italia, hasta este semana el segundo país con más víctimas fatales.

Recomendados

Covid-19: El apocalipsis ya le llegó a la moda

Este país, productor de lujo y que cerró sus fronteras, es junto a China quien lleva la peor parte si se habla de industria de moda: en la cadena de producción y distribución, así como de consumo, este segundo país es uno de los más importantes para las firmas. De hecho, la mayoría de compradores vienen de allí (los chinos fueron los que aportaron el 40% del gasto en el mercado de lujo el año pasado, al gastar 305 miles de millones de dólares en este mercado, según Jefferies Group y el mercado depende casi que enteramente de ellos). Y también la mano de obra y el envío.

Pero, aparte de que ya no habrá personas en los desfiles, ni compradores, ¿por qué el coronavirus está afectando la industria de moda a nivel mundial?

“Las marcas que hacen producción en China se van a ver afectadas simplemente porque las entregas de los productos se van a demorar, porque hay lugares en China que están en cuarentena, y al mismo tiempo algunos países no dejan entrar mercancía provenientes de China y Asia. Así, la industria se verá afectada en dos o tres temporadas, pensando, positivamente, en que esta epidemia podrá ser controlada. Las otras afectadas serán las marcas de lujo que produzcan en Italia, especialmente al norte, ya todas las empresas están cerradas y muchos países no querrán recibir embarques que vengan de allí”, le explicó desde Roma a Metro Fabián Hirose, consultor de marcas de lujo como Burberry, Alexander McQueen, Fendi y Valentino, entre otras. Esto ya se ha visto en órdenes canceladas, en presupuestos restringidos y en citas de compras virtuales para los grandes retailers, por ejemplo. Incluso, ha llevado a replantear el sistema de temporadas, al cancelarse varios shows. Asimismo, las marcas de fast fashion que dependen de sus series ultra-cortas se verán afectadas. Y, a pesar de lo que se pueda pensar, en las compras online todo esto afecta a la hora de producir y distribuir. 

Todo este panorama dantesco contrasta con lo que se ha visto en redes sociales y en pasarela, donde arden varias polémicas: la principal, la irresponsabilidad, la falta de empatía y desinformación ante la epidemia.

 

“¿Cómo vestirse para una epidemia?”

Así titulaba Tatler, la revista de sociedad británica, un artículo, donde dando cuenta de las máscaras antipolución que ya se veían con Margiela y Gareth Pugh en temporadas anteriores y que, en esta, también representaron Marine Serre y Balenciaga, al escenificar sus piezas en el Apocalipsis. Pero el fenómeno no es nuevo: de hecho ya se hablaba de “pollution chic”, que se había visto en la Semana de la moda de Beijing en 2014, pero la moda ya no se puede dar el lujo de frivolizar, ¿quizás? una problemática mundial.

De hecho, Bella Hadid, entre otras influencers, fue bastante criticada por desinformar, aunque la demanda de tapabocas de lujo creció un 147% desde enero, según el portal Lyst. ¿Qué indica esto? “La moda no tiene tanto poder como uno la ve, es una consecuencia del fenómeno social. Esta traduce lo que pasa en el mundo y lo usan como estrategia de mercadeo para poder estar en tendencia. Ahora, sí creo que hay una generación de pánico irresponsable. Como adultos, podemos criticar a una modelo con tapabocas Balenciaga, pero imagina los adolescentes que la siguen”, explica Hirose. 

 

Tres preguntas a:

Cassidy Zachary, historiadora de moda, The Art of Dress 

 

  1. Hemos visto ya en varias pasarelas la escenificación de un futuro apocalíptico. ¿Qué opina sobre ello en términos de representación y responsabilidad? 

–Ellos usan la pasarela para representar la situación mundial y esto no es sorprendente. La moda solo responde a lo que sucede y hay una diferencia fundamental entre lo que podríamos llamar superficial y el activismo simbólico (modelos sombrías atravesando una pasarela inundada, por ejemplo) ante el activismo de acción. Ahora bien, la mitad de la colección de Serre para esta temporada está hecha de materiales reciclados y para la moda significa mucho, porque los diseñadores y compañías tienen que traducir ahora la superficialidad en algo real y en términos de acciones de largo plazo, al instituir grandes cambios en la industria basados en la producción honesta, sustentable y ética.Hay diseñadores como Stella McCartney haciéndolo, pero necesitamos ver a toda la industria comprometiéndose. Y creo que en este año se verá mucha más conciencia al respecto por parte de toda la industria.

  1. También es un poco irónico que la moda represente escenarios apocalípticos como el cambio climático mientras promueve el consumo de ropa….

Es correcto. La ironía de la industria de la moda es que es una de las mayores contaminantes del planeta y representar el cambio climático es paradójico. La naturaleza de la industria de la moda tal y como está, es antiética ante esto y es un sistema centrado alrededor de estimular el consumo y esto ha tenido grandes impactos humanos y ambientales. Pero la gran noticia es que podemos cambiar y estamos en medio de una revolución de moda que quiere cambiar los modos de consumo y producción. Este movimiento lo lideran organizaciones como Fashion Revolution, entre otros, para llamar a ser más responsables. Pero, mientras no podamos cambiar desde la raíz lo que pasa ahora, sí podemos demandar por prácticas de consumo más responsables con el planeta. 

¿Qué piensa de las modelos e influencers con tapabocas y la gente que ya está comprándolos pero de diseño? ¿Es irresponsable? 

–Sí, sobre todo porque no siguen las reglas de lo que han dicho las instituciones de salud.  Dicho esto, la moda existirá independientemente. Es un rasgo humano innato querer decorar nuestros cuerpos: las máscaras decoradas son sólo una extensión de la forma en que las personas construyen sus identidades a través del vestido. Una mujer vestida a la moda exige una máscara facial a la moda.

 

Covid-19: así impacta a la industria

Eventos pospuestos

Armani, Prada, Burberry, Chanel y Versace pospusieron sus presentaciones resort. Baselworld y Copenhagen Fashion Summit van para enero 2021 y octubre 2020.

Eventos cancelados

Tokio y Seúl cancelaron sus Semanas de la Moda. Gucci, Max Mara y Ralph Lauren cancelaron sus desfiles resort.

Pérdidas económicas

Capri Holdings y Tapestry Inc, propietarias de Michael Kors, Versace y Kate Spade, entre otras marcas, esperan perder hasta 350 millones de dólares en ventas para este año.  Compañías como Burberry Group, Farfetch, Kering, LVMH y Moncler, entre otras, han tenido bajas significativas de sus acciones, de hasta más de un 8%.

 

Tags

Lo Último

Te recomendamos