Un joven de Corea del Sur no quería hacer el servicio militar así que diseñó un brillante plan. Lo único malo es que terminó en la cárcel.
De acuerdo al The Korea Times, el adolescente apenas salió del colegio pesaba 87 kilos, un buen peso considerando que su estatura es de 1,80 metros. Esto fue cuando se sometió a los primeros exámenes para ver si era compatible para realizar la mencionada actividad.
Sin embargo, en junio cuando fue al segundo examen, pesaba 113 kilos, por lo cual fue asignado a un puesto de servicio público y no a ejercicios físicos.
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Hasta ahí todo bien, pero tras una investigación ya que les llamó la atención el alza del peso del joven, se determinó que este engordó a propósito para no hacer el servicio militar como corresponde.
Ante esto, el Tribunal de Distrito de Cheongju declaró culpable al hombre y está a la espera de la condena, que podría llegar hasta los cinco años de prisión.
Esto, porque en Corea del Sur el servicio militar es obligatorio y dura dos años, castigándose a quienes huyen o realizan acciones para no cumplir con dicho deber.