En un año la Luna realiza trece recorridos en torno a la Tierra; cada lunación dura aproximadamente 29 días, y se divide en cuatro etapas, las llamadas fases lunares. Éstas son las diferentes iluminaciones que presenta el satélite durante un mes.
La Luna Nueva o novilunio es cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol, y por lo tanto no la vemos. En el Cuarto Creciente, la Luna, la Tierra y el Sol forman un ángulo recto, por lo que se puede observar en el cielo la mitad de la Luna, en su período de crecimiento. La Luna Llena o plenilunio ocurre cuando la Tierra se ubica entre el Sol y la Luna; ésta recibe los rayos del sol en su cara visible, por lo tanto, se ve completa. Finalmente, en el Cuarto Menguante, los tres cuerpos vuelven a formar ángulo recto, por lo que se puede observar en el cielo la otra mitad de la cara lunar.
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Diversos estudios científicos aseguran que la Luna influye en nuestro estado de ánimo, varía nuestra vitalidad, capacidad intelectual y sensibilidad. Su ciclo afecta con la vibración específica según la fase en que se encuentra. La Luna Creciente es ideal para todo lo que tenga que ver con aumentos, crecimiento y nacimiento. La Menguante, ayuda a disminuir todo lo que hagamos.
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LAS FASES DE LA LUNA
* La Luna Nueva simboliza el inicio de un período, que es de gran energía. En esta fase puedes sentirte perturbada, por lo que no es conveniente tomar decisiones importantes. Sí podrás planificar y meditar sobre lo que desees poner en marcha los próximos días. Si buscas bajar de peso, este es el momento. El ayuno es recomendable en esta fase lunar, tal como se indica en “La dieta de la Luna”.
* En la fase de Luna Creciente el cuerpo presenta una disposición natural a absorber todo en mayor cantidad o más rápido. La inteligencia se torna más clara, es cuando de nuestro esfuerzo depende el éxito y la culminación de lo iniciado anteriormente. En estos días se es más objetivo. Buena fase para la productividad y para hacer cambios en viejos hábitos, modos de pensar, actuar y sentir.
* Los efectos de la Luna Llena se prolongan un día antes y otro después, y su punto de máximo crecimiento da momentos de plenitud y exaltación. Todo lo planificado llegará a su máximo desarrollo, en este ciclo vemos el resultado de lo que sembramos. Esta es la fase para expandirte social o mentalmente. Las personas se tornan más receptivas. Favorece a los enamorados, ya que actúa como un afrodisíaco e invita al amor.
* La Luna Menguante es ideal para la reflexión de los proyectos y acciones emprendidas. Es tiempo para finalizar con los detalles y cabos sueltos. Es favorable para descansar, relajarse y comenzar a usufructuar de los cambios y acontecimientos. Los proyectos encaminados deben ser concluidos; de lo contrario, existe el peligro de la dispersión e indefinición. Es tiempo para madurar, disfrutar y expresarse completamente.
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