Si creemos que Kim Kardashian tiene un estilo atrevido, Blac Chyna supera todos los niveles. Escotes demasiado bajos, prendas mínimas y ajustados vestidos son los básicos de su armario y con los cuales realza sus curvas.
Sin embargo, los fans no llegan a acostumbrarse a los estilos de la celebridad y ella nunca deja de sorprenderlos con piezas únicas como la que usó recientemente.
La estadounidense ha querido posar en trikini y, por supuesto, no iba a ser un modelo discreto. El diseño elegido es un bañador de una pieza, en un tono plata pero con una característica que hace que sea una prenda casi imposible de llevar.
El traje de baño cuenta con un altísimo tiro, que hace que la parte inferior sea una finísima tira que se alarga hasta la altura del ombligo. La parte de atrás deja ver sus poderosas curvas, además de los múltiples tatuajes florales que tiene en esa área.
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La celebrity ha completado este curioso estilismo con un peinado lleno de trenzas estilo boxeadora.
No es la primera vez que aparece con un atuendo similar, pues en febrero de este año lució uno en color amarillo y con una lazada en la cintura, pero que contaba también con un alto tiro que realzaba la cadera y las curvas.
En guerra
Todo parece indicar que Rob está “tremendamente preocupado” por su hija Dream Kardashian con motivo del supuesto comportamiento errático de Chyna.
Él tendría distintas referencias, incluidas las de su propia hija, de por qué pasar tiempo con su madre está siendo problemático para la infancia de la pequeña.
“[Dream] le cuenta algunas de las cosas que pasan y también las escucha por parte de su niñera y de amigos”, dice una fuente cercana a E! News. “Rob y su familia han empezado a notar serios cambios de comportamiento en Dream cuando pasa algo de tiempo en la casa de su madre. Cuando está con su papá necesita un tiempo para reajustarse”.
La supuesta preocupación de Rob se suma a nuevas acusaciones que ha hecho contra de su ex en los juzgados, donde está intentando conseguir la custodia. Según documentos revelados por TMZ, Rob asegura que su hija ha empezado a decir palabras subidas de tono, a hacer twerking y a simular posturas sexuales que le ha enseñado su madre.