La vida de la princesa Diana estuvo llena de momentos muy tristes, pero todo eso fue eclipsado al lado de la inmensa felicidad que le dieron sus hijos: los príncipes Harry y William.
Diana vivía con ellos, junto al príncipe Carlos con quien estaba casada en ese entonces, en los departamentos 8 y 9 del palacio de Kensington, actual hogar del príncipe William junto a Kate Middleton y sus tres hijos.
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Lady Di, como era conocida la princesa, le quiso dar unos toques modernos al lugar, por lo que contrató a un diseñador para lograrlo, dejando también presente la historia del gran edificio, donde han habitado varios integrantes de la familia real por generaciones.
Al nacer William y Harry, Diana pidió instalar un parque en el amplio jardín en el que pudiera pasar tardes de diversión junto a los niños, también preparó una habitación especial para hacer proyectos de arte, juegos didácticos y ayudarlos con las tareas de la escuela.
Tenían un piano en el que solían pasar noches enteras cantando y aprendiendo las notas musicales, Carlos los acompañaba en algunas ocasiones.
En la mansión, había un salón dedicado para las reuniones oficiales que tenían Carlos y Diana. Las paredes eran de un amarillo claro, con varios cuadros históricos colgados en las paredes y el toque moderno estaba en los muebles.
