Con impresionantes visuales de Puerto Rico que refuerzan su amor y orgullo patrio, el hijo menor del legendario Tony Croatto (1940-2005), Hermes Croatto, cautivó a los descendientes de Agüeybaná con su “novo-folk” y algunos temas emblemáticos que cantaba su padre.
“Les prometo una noche de muchas emociones y de mucha entrega. Voy a estar cantando canciones que papá hizo famosas, escritas por puertorriqueños, canciones que marcaron sus vidas, y la mía también, y canciones propias que espero compartirlas con ustedes esta noche”, saludó el criollo, quien estuvo acompañado por una banda de excelentes músicos.
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La presentación transportó a los asistentes —que colmaron el Teatro Tapia—, a sucesos históricos a través de una veintena de canciones, como “Aquí estoy”, “Canción de la Serranía”, “Tierra rica, Tierra madre” y “Madre Tierra Bendición”, esta última, inspirado en una maestra que conoció en Orocovis, que le enseña a sus estudiantes agricultura y amor por la tierra.
Como preámbulo a “Los Carreteros”, cantó algunas coplas, remontándose a los años 1800, “cuando el puerto principal de la isla estaba en Ponce y se transportaba todo a San Juan en carretas de bueyes, cruzando la Cordillera Central”.
También hubo espacio para exhortar a los puertorriqueños a no menospreciar al jíbaro puertorriqueño.
“Esa persona vive en la tierra y está en la tierra. A veces lo recordamos como algo lejano, como un personaje que está en blanco y negro, y que ya no existe. Yo quiero que a través de las imágenes y esta canción [Jíbaro], que ustedes sientan en realidad que esa persona está entre nosotros”, verbalizó para dar paso al tema “Jíbaro”.
Al son del joropo en “Arrieros y mulas”, recordó las poesías de Luis Lloréns Torres, que le fascinan desde niño.
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También hizo un llamado a “refundarse”.
“Debemos refundamos nosotros mismos, refundemos nuestra patria porque nosotros somos nuestra patria”, profundizó antes de interpretar “Refundar la libertad”.
Luego interpretó “Sabor Boricua”, “La Máquina”, “Eres tú” y “Cartas al cielo”, antes de entonar una de sus canciones más emotivas “Lo mejor de mí”, que dedicó a su hijo Mauro.
Para la parte final, seleccionó: “Lamento Campesino”, “Mujer de 26 años”, “Recrear”, “Yo habito una tierra luz”, “Antillano” y “Oubao Moin”.
Los músicos que acompañaron a Croatto fueron: Emilio Morales en los teclados; Abdiel Serrano en la guitarra eléctrica; Christian Colón en la percusión; Viviana Díaz en la flauta; Francisco Barbosa en las congas; Emanuel Santana en los panderos; Efraín Martínez en la batería; Carlos Ortíz en el bajo; Victor Echevarria en el cuatro, Yaitza López en el violonchelo y Ale Croatto, director musical y guitarra acústica.
