Aseguran que la mamá de Luis Miguel murió drogada y ahogada en una fiesta

Desde antes que la vida de Luis Miguel llegara a la pantalla chica con una exitosa serie biográfica, mucho se había especulado acerca de la desaparición de la mamá del cantante Marcela Basteri.

No obstante, aunque el intérprete de La incondicional ha dicho poco al respecto y se ha mantenido hermético por muchos años, esta semana la revista TV Notas afirmó que Basteri murió por ahogamiento tras consumir drogas en una fiesta.

De acuerdo con la publicación, que asegura haber hablado con un familiar de Arturo El Negro Durazo, jefe de la policía en los años 80, y quien tuvo contacto con el cantante y su familia, la mamá de Luis Miguel no desapareció, ni abandonó a sus hijos, como se ha retratado en la producción de Netflix.

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“En agosto de 1986, Marcela acompañó a Luis Rey a una fiesta en San Jerónimo (CDMX); era un evento privado, de políticos, famosos y narcotraficantes. El Negro Durazo estuvo presente porque aunque estaba en la cárcel, por el poder que aún tenía lo dejaban salir a ese tipo de reuniones importantes. Ahí hubo de todo: drogas, alcohol, sexo a la vista de todos y todos con todos”.

Según la supuesta fuente, Marcela, drogada y sumida en una depresión, se metió a la alberca, donde se ahogó: “Marcela, sumida en su depresión, estaba muy drogada de mariguana y alcohol, y se metió a la alberca. Estando en ésta, ahí se quedó. Se fue al fondo sin que nadie se percatara de que estaba inconsciente, hasta que se ahogó y murió”.

La fuente también aseguró que lo que se ha visto en la serie ha estado apegado a la realidad.

“Lo que se ha visto en la serie de Netflix ha sido muy apegado a la realidad. El Negro sí fue presentado con Luis Rey y Marcela por medio de Andrés García, y desde el primer momento en que El Negro vio a Marcela, quedó impactado con su belleza, se le hizo maravillosa. Él tenía el poder y la manera de estar y salir con las mujeres más famosas del momento, ya fueran del medio artístico o de la más alta sociedad, como Olga Breeskin, quien en ese momento era un boom, y también con Verónica Castro. Las mujeres famosas eran sus trofeos, y ellas estaban encantadas porque era buen amante y muy espléndido”.