NUEVA YORK— Denzel Washington, de 62 años y nominado en siete ocasiones al Oscar, todavía trata de mejorar.
En la cinta de Dan Gilroy “Roman J. Israel, Esq.” Washington enfrentó un reto con uno de sus papeles más complicados y singulares. El personaje principal, interpretado por Washington, es un veterano abogado activista. Luego de décadas trabajando como una mente brillante tras bambalinas, la muerte de uno de sus socios más renombrados deja a Israel bajo los reflectores.
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Para un actor cuyas interpretaciones más fuertes (“Malcolm X”, ’’Glory”, ’’Training Day”) han sido monumentos de poder y fortaleza, Israel es una rareza, un solitario antisocial quien de acuerdo a Gilroy y Washington padece síndrome de Asperger. Aunque también forma parte de los papeles más recientes de Washington (el trágico Troy Maxson en “Fences”, el piloto alcohólico en “Flight”), han llevado al actor a nuevas direcciones.
“Estoy viendo al tipo en el espejo”, dice Washington. “A él es a quien estoy retando”.
Washington se reunió para una entrevista en Manhattan esta semana durante un receso en la filmación de la nueva entrega del thriller “The Equalizer 2” en Boston. Su afecto por Israel es obvio, es la única película, dice, en la que se ha descubierto pidiendo discretamente a su personaje que tome mejores decisiones.
Las propias decisiones de Washington, una de las más grandes estrellas del planeta, son también fascinantes.
AP: Has comparado a Roman con “Cornel West on the spectrum”.
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Washington: Cornel es brillante y diferente. No sé si está en ese espectro, pero a quién le importa, es simplemente brillante, elocuente y por una causa y hay mucho de eso en Roman.
AP: ¿De dónde salió la manera de caminar de Roman?
Washington: Investigué mucho el espectro. En algunas personas se trata de una falta de coordinación, en algunas no en todas. Eso me atrajo. Era algo que podía interpretar físicamente. Se me olvidó cómo llegué a ella, pero decidí usar unos zapatos unos números más grandes, eso cambió todo, cambió la forma en la que caminaba, simplemente por tratar de mantenerlos puestos.
AP: ¿Generalmente comienzas con algo así?
Washington: Me gusta ponerme los zapatos más pronto que tarde, eso hace que la bola comience a rodar.
AP: Tuviste un roce cercano con el hermano de Dan Gilroy, Tony, cuya cinta “Michael Clayton” preferiste dejar pasar.
Washington: Sí ¡cometí un error ahí! Pero al final todo funcionó, para Tony. Y para George (Clooney).
AP: ¿Te dio la sensación de comenzar un nuevo capítulo después de “Fences”? Pasaste años interpretándola en Broadway y dirigiendo la adaptación cinematográfica.
Washington: Cada vez más hago sólo lo que quiero en términos profesionales. Así que no sé qué será lo próximo que haga. En cuanto a cine no lo sé. En el teatro sí sé. (Washington encabezará una reposición de “The Iceman Cometh” de Eugene O’Neill en Broadway.) Y eso está bien, me tomo mi tiempo, el tiempo que me queda y las oportunidades que me quedan, entiendo que eso es finito. ¿Cómo puedo ser yo lo mejor que puedo ser? Y ¿qué me interesa? ¿dónde está el nuevo territorio?
AP: Troy de “Fences” e Israel comparten una falta de conexión con las generaciones más jóvenes. ¿Te ha pasado algo así por la mente?
Washington: Es un hecho. Ya sea que está en tu mente o no, quizá esté en mi mente ¡pero no lo recuerdo! (risas) Hay 365 días en un año, así que 10 años son unos 3.600 días. Veinte años son unos 7.200 días. Yo tengo 62 años, así que 20 años son 7.200 días, es mucho tiempo, si tienes 7.200. No sabes cuántos tendrás, simplemente trata de hacer lo mejor posible con lo que tienes y disfrútalo.
AP: Este año marca el 25 aniversario de “Malcolm X”. Al igual que él eres el hijo de un sacerdote. ¿Sientes que has seguido los pasos de tu padre de alguna manera?
Washington: Por un tiempo eso me hizo ir en otra dirección. Ese puede ser un camino para el hijo de un sacerdote. Tenía que ir a la iglesia así que eso no era divertido. No conocía nada diferente. Al ser hijo de un ministro y crecer en la iglesia aprendí la cadencia, era probablemente más fácil interpretar esa parte. Yo tenía alguna idea de ritmos diferentes.
AP: Sospecho que serías bueno en el púlpito.
Washington: Bueno no está basado en la interpretación si eso es lo que quieres decir y ojalá eso sea lo que quieras decir. Mi padre sí era bueno. Era un creyente con cada fibra de su ser. Era un hombre de Dios y nosotros compartíamos eso. Para él el púlpito estaba en todas partes. Mi padre era ministro y mi madre era dueña de un salón de belleza. Así que eso parece como el terreno perfecto para criar un actor, ¡eso cubre mucho!
AP: Muchos esperaban que ganaras tu tercer Oscar en febrero, no Casey Affleck. ¿Te sorprendió?
Washington: He estado aquí por mucho tiempo, he estado un rato. No quiere decir que no tengas sentimientos, que no te duela o que no estés feliz. Pero he visto de todo, creo. Bueno no, ¡no la forma en la que terminó el show!, ¡eso no lo había visto antes!
AP: ¿Hay alguna película que viste a una edad temprana que te cambiara la vida?
Washington: “Super Fly”! y “Shaft”. Cuando tenía 14 o 15 años, “Shaft” especialmente. Había un tipo que yo no sabía quién era, pero caminaba y tenía su propio tema musical. Tenía una chaqueta de cuero, parecía tener el control y lo aplicaba. Recuerdo ver esas películas y elegías quién querías ser si Super Fly o Shaft. Yo quería ser Shaft.