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EXCLUSIVA: Alberto Stylee dice que no se entregará

Luego de sus primeras declaraciones al periodista Omar Matos de Dando Candela (Telemundo),  el exponente urbano Alberto Stylle concedió una entrevista exclusiva a Metro en la que reitera su inocencia y revela parte de los argumentos legales que probarían su postura. Además, relata el viacrucis que vive su familia por unos hechos que asegura no cometió.

Carlos Alberto Pizarro, su nombre de pila, fue condenado a 12 años de prisión por la justicia colombiana el 1 de marzo, tras ser hallado culpable de tentativa de homicidio y portación ilegal de armas.

Al carolinense se le vincula con la muerte de Edwin Alfredo Henao Moná, quien recibió un disparo de bala en la cabeza y el abdomen cuando se encontraba en una finca de recreo del municipio de Copacabana en el año 2012.

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Henao Moná permaneció varios meses hospitalizado y posteriormente falleció.

Actualmente el intérprete de “Vengo acabando” se encuentra en Estados Unidos.

¿Te vas a entregar?
—No me voy a entregar. Estoy prófugo en Colombia. Con todo el respeto a las leyes colombianas, yo estoy acá por mi seguridad, porque soy inocente. No tengo que dar frente a una situación que ya la di, que cumplí seis meses de cárcel, y, aún así, cuando cumplí seis meses de cárcel, ganamos el caso. Y me quedé viviendo en Colombia, porque el que no tiene hecha no tiene sospecha. 

Estoy acá en Estados Unidos porque estaba haciendo un show acá. Yo no salí porque me dijeran que estaría preso y salí.  Salí por el aeropuerto, legalmente, no me fui huyendo de nada. Yo me encontré con la situación en Estados Unidos.

Yo estoy costeando unos abogados que están allá de frente con la situación y vamos a demostrar que somos inocentes. No es que yo deje eso así. Simplemente, estoy en Estados Unidos por mi tranquilidad y la de mi familia que está destruida. Con todo el respeto de la mamá del muchacho y de su familia, me he quedado mucho tiempo callado, por respeto a la mamá y la pérdida. Pero mi familia está igual. Son dos familias que están destruidas por algo que no es verdad. Yo soy inocente y a su tiempo voy a demostrar unas pruebas, que se va a saber por qué yo estuve preso, porque es algo ilógico.

¿Qué pruebas tienes que evidencian tu inocencia?
—Esto no lo digo yo; esto sale del papel. Hay una parte que la mamá dice que no sabía que había pasado y que únicamente se enteró porque la novia del muchacho le contó. O sea que ni siquiera el muchacho sabía lo que había pasado, sino porque la muchacha le contó.

Después de salir de coma fue que le contaron a él esa historia, que supuestamente había sido el reguetonero. No fue ni siquiera de su propia conciencia; él no sabía. Él estaba en alto estado de embriaguez cuando le pasó eso y estuvo unos meses en coma.
Esta es una de las pruebas y otra de las pruebas es que él dijo que yo estaba con una camiseta blanca y sin gorra, y yo estaba con gorra y con camisa negra. Blanco es blanco y negro es negro. ¿Cómo tú vas a culpar a alguien por lo que alguien te contó? Que yo haya entendido, ni siquiera la novia ni la mamá estaban esa noche en la finca. Con todo el respeto hacia ellos, porque yo no sé si me odiaran o no, pero a mí me interesa mucho que sepan que me uno al dolor de la familia también.

¿Qué fue lo que realmente pasó esa noche?
—Yo estaba cantando en una finca en privado y, para hacer el cuento corto, se formó un tiroteo y recogí mis cosas y salí corriendo, como todo el mundo que salió corriendo, y a los tres meses (de los hechos) hago una entrevista con el CTI (Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía de Colombia). Cuento mi versión y me voy. Dos meses después, me arrestan y me meten preso. Me dieron cárcel por una orden de aseguramiento para que no me fuera del país por ser extranjero. Cumplí cinco meses de cárcel, pero nunca huí. Siempre he actuado de frente y no voy a comparecer a un lugar que me quieren meter 12 años preso.

¿Cómo fue esa experiencia en la cárcel en Colombia?
—No voy hablar de la cárcel en Colombia, porque lo más bonito que me pasó fue el trato de los presos siendo extranjero.

¿Conocías a la víctima?
—¡No, nunca! Yo nunca supe quién era. Inclusive te voy a contar algo que nunca le he dicho a nadie. A mí me contrataron para un cierre de campaña y no sé de quién era. Simplemente, me contrataron para cantar, y allí uno de mis abogados me puso a hablar con un abogado que no es de mi bufete de abogados, sino un abogado conocido, y ese abogado me dijo: “Tengo una persona que quiere hablar contigo”. Era el tío del muchacho. Y él tío del muchacho me dijo: “Tranquilo, Albertito [y me agarró la mano]. Váyase para su casa tranquilo, que ya nosotros sabemos que tú no fuiste y nuestra familia ya se siente más tranquila”. Y mira. Yo hablé hasta con un familiar de ellos. Si ellos saben que yo no fui, ¿cómo me están haciendo todo esto?

¿Qué te dice tu familia?
—Mi mamá está que se me muere y no para de llorar todos los días porque a mí me ponen como el matón más grande y yo no hice eso. Esto lo voy a probar yo. Yo te lo juro. Esto se va a ver.

¿Está tu corazón en paz o sientes que debes pedir perdón a alguien?
—Yo me siento en paz. Me siento seguro porque yo no fui. Pero me siento mal porque yo soy un luchador. Mi récord es intachable, porque yo nunca he tenido un problema con la justicia, y verme en esta situación, sin trabajo… Tengo que comenzar desde cerro. De mi empresa en Colombia Stylee Music se quedaron 15 muchachos desempleados porque no estoy allá. Mi casa, mi carro, me paralizaron la vida… 

¿En qué quedó la canción que narraba todo este proceso?  
—Cuando termine el proceso, voy a hacer mi canción. Ya está en proceso, pero no puedo hacer declaraciones directamente del caso porque puede faltarle el respeto a alguien y no estoy para eso. Estoy para darle todo mi respeto a la justicia colombiana y que puedan ver la verdad. La otra canción (“Bella bella”) que hice, tampoco fue tirándole a la justicia. Fue una canción positiva, de aprendizaje y valores de lo que aprendí cuando estuve preso.

¿Estás trabajando para lanzar algún disco?
—Sí, se va a llamar El cantante del barrio, porque ese nombre me lo pusieron los presos colombianos.  

¿Contemplas escribir un libro?
—Es una idea que tengo desde que estuve preso, pero yo nunca he querido hacer promoción de esta situación. Si no, la idea es enseñarle a la gente los valores. El libro sería más bien de la historia desde que comencé en la música del reguetón.

¿Qué has aprendido de todo esto?
—Madurez en la música, madurez espiritual y el amor a la familia. Realmente a los presos de Colombia le doy mi aprecio y mi cariño, sean inocentes o culpables. Porque la cárcel se hizo para pagar, y cualquiera tiene derecho de arrepentirse de sus malos hechos. Y si no fuera por ellos, no sé que hubiese sido de mí allá.

¿Te arrepientes de estar ese día en esa actividad?
—No, no me arrepiento, porque son situaciones que trae la vida. Son situaciones que pueden pasar aquí o en cualquier otro lado, que culpen a uno de algo que uno no hizo.

¿Has recibido apoyo de los colegas del género?
—Sí, de todos. J Álvarez, Nicky Jam, Ñejo, Xion y Lennox. De alguna manera u otra, todos me han demostrado cariño y respaldo. La gente que me conoce sabe que soy una persona que respeto la vida y que sería incapaz de hacerle daño a una persona y menos en un país que no es el mío y que me recibió y me adoptó. A mí me decían el paisarriqueño. Quiero que esto se aclare, porque mi público se merece un respeto. Esto que me están haciendo… Mucha gente puede pensar que yo soy asesino y ahora mismo mi carrera pende de
un hilo.  

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