Eddie Pérez: Pilar de la historia de la música popular puertorriqueña

El músico Eddie Orlando Pérez López, mejor conocido como “La Bala”, falleció esta mañana en el Hospital de Manatí luego de haber estado unos meses recluido en varias instituciones médicas del país.

El mítico saxofonista de El Gran Combo de Puerto Rico, y quien por muchos años fue la mano derecha del director de la agrupación Rafael Ithier, había enfrentado varias complicaciones de salud en los últimos meses, tenía enfisema pulmonar, el pasado año sufrió la amputación de su pierna izquierda y hace una semana se le amputó el otro pie.

Horas después de su deceso, su hija menor Mariel emitió una comunicación por las redes sociales para informar sobre la muerte de su progenitor.

“Al pueblo de Puerto Rico y al mundo de la salsa: Hoy en la mañana, Eddie Pérez López, ‘La Bala’, pasó a mejor vida. Eddie, miembro fundador del Gran Combo de Puerto Rico, descansa en presencia de Nuestro Señor, luego de haber batallado como un guerrero sus condiciones médicas”, lee el texto.

“Deja tras su muerte más de 60 años de actividad musical y dedicación plena al oficio que aprendió de niño y que fue su gran amor desde que debutó a los 13 años de edad. Fue su saxofón el que lo llevó a viajar el mundo entero representando a su pueblo y su bandera. Pero más allá de su trayectoria profesional, la más grande huella que deja tras su partida se resume en dos palabras: humildad y fidelidad”, sostuvo la comunicación.

Al momento, no hay detalles de sus exequias fúnebres, sin embargo, una fuente de la agencia Inter News Service indicó que su cuerpo sería cremado, según fue su voluntad.

La última presentación de “La Bala” junto a los denominados “Mulatos del Sabor” fue a mediados de 2012 y, poco después, trascendió que fue despedido de la orquesta que ayudó a fundar el 26 de mayo de 1962, quedando impedido de soplar su saxofón en los eventos conmemorativos de los 50 años de historia de la legendaria agrupación.

La denuncia de su despido fue negada por Ithier, líder de El Gran Combo, aunque el hermetismo que ha imperado entre las partes en conflicto ha impedido que se conozca la veracidad de las imputaciones.

Lo cierto es que tras su muerte, queda pendiente en los tribunales de justicia del país una demanda que “La Bala” inició contra Rafael Ithier y los músicos Willie Sotelo y Luis “Tati” Maldonado, ambos miembros del grupo, por incumplimiento de contrato, despido injustificado, daños a su reputación y buen nombre y angustias.

En la demanda, el saxofonista solicitó una indemnización de 949 mil dólares por las penurias sufridas tras su salida forzosa de la orquesta.

Eddie Pérez, en tanto, es una de las figuras más relevantes en la historia de la música popular puertorriqueña moderna.

Su paso por el Combo de Rafael Cortijo, temprano en la década de 1950, y su participación en El Gran Combo de Puerto Rico, desde 1962, lo erigen como una leyenda de la música nacional, cómplice en la hazaña de armar los proyectos más importantes en la evolución de nuestra sonoridad urbana.

Natural de Santurce, donde nació el 2 de septiembre de 1935, el artista inició su formación musical en 1947 cuando ingresó a la Escuela Libre de Música, donde comenzó a curtirse en las técnicas de ejecución en una clase a la que también asistía el líder independentista Filiberto Ojeda Ríos.

Tres años más tarde comenzó sus pinitos participando de las bandas de los hijos de César Concepción y Roberto Cole, en las que tocó el saxofón barítono. Aunque se trató de una experiencia efímera, esta oportunidad le sirvió para familiarizarse con el repertorio nacional en tiempo de bolero, guaracha, danzón, guaguancó y danza que gozaba de popularidad en esa época.

Mas fue en 1952 cuando logró su primera participación formal en un grupo al ser reclutado por el músico Carlos Acosta para que fungiera como tercer alto de la banda, que entonces amenizaba los bailes del club El Escambrón.

Paralelo a su participación en el grupo de Carlos Acosta, el entonces neófito músico organizó una agrupación musical en su escuela que se conoció como la Orquesta Centralina y que incluyó a jóvenes talentosos de la Escuela Superior Central de Santurce de la clase graduada de 1953.

Poco después se integró a la plantilla musical de la orquesta de Carlos Acosta y meses más tarde fue invitado a formar parte de la agrupación de Milton Maldonado, que entonces amenizaba las veladas en el club nocturno El Caribe, en el muelle uno del sector Puerta de Tierra, en San Juan.

Fue una oportunidad que le permitió destacar su sapiencia en la ejecución del saxofón y que, en términos laborales, le derivó un salario de 25 dólares semanales, trabajando los siete días.

En la orquesta de Milton Maldonado permaneció por espacio de seis meses, hasta que una noche, en medio de una de sus presentaciones, fue a buscarlo el percusionista Rafael Cortijo, quien lo invitó a formar parte de una nueva agrupación que tendría como base la tarima del recordado club La Riviera, en San Juan.

Corría el año 1954 y, a partir de entonces, “La Bala” se convirtió en protagonista del momento más significativo en la evolución de nuestra música al integrar el recordado Combo de Cortijo, donde permaneció hasta 1962.

Luego, el 26 de mayo de 1962, se sumó a la creación de El Gran Combo de Puerto Rico junto a su colega Rafael Ithier y sus colegas Quito Vélez, Martin Quiñones, Miguel Cruz, Héctor Santos, Milton Correa, Daniel “Maninín” Vázquez, Micky Dúchense, Roberto Roena, Chiqui Rivera y Pellín Rodríguez.

A partir de entonces, su figura destacó por su gracia y buen sentido del humor. Asimismo, se distinguió por la chispa que destiló en cada movimiento rítmico que hacía al tocar el saxofón, en su peculiar estilo para anunciar los tiempos en cada interpretación lanzando besos al aire y en la forma singular en que entonaba los coros, con una voz de falsete mágica que se convirtió en uno de los principales distintivos de la agrupación.

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