Héctor es un joven guapo, atlético y homosexual. Este es el personaje que interpretará el actor Jonathan Cárdenas en la pieza teatral Voces de alerta.
“Todos somos hijos de Dios y él nos puso en el mundo con un propósito”, dijo el actor Jonathan Cárdenas, sobre los homosexuales.
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¿Cuál es la trama central en Voces de alerta?
—Son diferentes historias de jóvenes para jóvenes. Son seis chicos con diferentes situaciones y se presentan las soluciones a todos esos problemas. Esta obra es un llamado a todos los maestros, los consejeros y los padres.
Este es otro tipo de teatro; es más bien educativo. ¿Te llena más hacerlo?
—A mí me llena igual que el teatro comercial, pero este yo lo veo como una labor social que todos debemos aportar. Estamos viviendo unos tiempos retantes y hay que buscar soluciones. Esta obra te presenta el problema y la solución.
¿Qué sucede con tu personaje? ¿Está dentro del clóset?
—Está dentro del clóset y él quiere vivir su vida normal como cada ser humano se merece, pero tiene miedo al rechazo.
¿Habías interpretado personajes homosexuales?
—Sí, aunque todos los papeles son diferentes. Aquí hay algo bien particular y es que esta obra yo la había hecho antes. Siempre hay que buscar de dónde sacarles más punta a todos los proyectos que se te presentan. Yo tengo muchas amistades y entiendo cómo sufren y por lo que pasan. Este personaje se nutre de muchas amistades queridas que veo y que sé cómo se sienten.
¿Qué te parece la controversia sobre los matrimonios del mismo sexo y que puedan tener los mismos derechos?
—Yo pienso que tienen toda la razón y que cada ser humano tiene derecho a vivir la vida como la quiera vivir. No importa lo que pase ni cómo piensen los demás. Todos somos hijos de Dios y él nos puso en el mundo con un propósito. Cada cual busca el enfoque que quiera. Conmigo no hay ningún problema.
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¿Por qué recomiendas la obra?
—Porque tiene las herramientas necesarias para lidiar y trabajar con diferentes situaciones que quizás las estás viviendo en tu casa o tienes un amigo o un familiar que le están sucediendo algunas de estas situaciones. Cuando tú lo ves en el teatro y te lo explican, es más fácil tú poder lidiar con las situaciones.
Tienes 30 años y no tienes hijos. ¿Cómo reaccionarías si tu hijo o hija decidiera ser gay?
—A mí me daría temor, pero por ellos, porque uno sabe que son marginados. Pero mi apoyo lo va a tener incondicionalmente porque es mi hijo. No es mi propiedad y él tiene el derecho de hacer lo que quiera hacer. Muchas personas deberían pensar de esa forma.