Los primeros años de vida de Tilly Lockey no han sido nada fáciles. En sus 12 años de existencia ha estado al borde de la muerte, ha perdido parte de sus extremidades y las ha reemplazado por manos biónicas. No obstante, eso no le ha impedido convertirse en una inspiración para muchas personas con discapacidad física.
Cuando esta niña tenía tan solo 16 meses de edad contrajo meningococemia. Este es un tipo altamente letal de meningitis que por poco acaba con su vida. Durante varios días el equipo médico hizo lo que pudo para salvarla hasta que logró mantenerla estable. No obstante, pagó un alto precio por ello.
La enfermedad había pintado completamente de negro sus manos y la punta de sus dedos de los pies. Habían hecho necrosis, por lo que tuvo que sufrir la amputación de esas partes de sus miembros para poder sobrevivir. Desde entonces ha tenido que vivir con esta discapacidad física.
Un día la vida de esta niña cambió cuando recibió un par de manos biónicas. Esto le ha permitido manipular cosas, pintar e inclusive maquillarse a sí misma. En resumidas cuentas, le ha permitido conocer cómo es interactuar con el mundo teniendo manos.
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Esto también le ha mejorado muchísimo la confianza en ella misma sobre todo a la hora de comprobar cómo reaccionan las demás personas cuando la ven:
La gente te mira y dice “¡Dios mío! Lo siento mucho, ¿qué pasó con tus manos?”. En cambio, cuando ven mis prótesis dicen “¡Wow, esas son unas manos geniales!”.
Hoy Tilly ha logrado salir adelante y convertirse en la inspiración de muchas personas. Además, logró ser la imagen de Open Bionics, la compañía que fabricó las manos biónicas impresas en 3D que porta todo el tiempo. Personajes reconocidos como el Dalai Lama han reconocido la perseverancia y el valor del mensaje que esta niña comparte con el mundo.
Open Bionics, la compañía de los “Brazos heroicos”
Junto a la pequeña Tilly, muchos niños pueden compartir la triste historia de no tener extremidades superiores. En eso estaban pensando los británicos Joel Gibbard y Samantha Payne cuando fundaron en 2014 la compañía Open Bionics. Querían ayudar a que los niños se sintieran mejor consigo mismos usando su tecnología.
Sin embargo, para ello debían hacer que sus creaciones fueran llamativas. De esta forma diseñaron sus “brazos heroicos” con diseños especiales que le gustaran a los niños. Inspirados en héroes de Star Wars, Marvel e inclusive Disney, hicieron brazos según los gustos de cada niño.
La empresa también tuvo cuidado en hacer las extremidades a la medida de cada persona. Medían los remanentes del brazo del sujeto y a partir de eso diseñaban e imprimían en 3D un brazo adecuado a su tamaño.
Antes de que Open Bionics comenzara con su trabajo, hacer prótesis era de muy difícil acceso y demasiado caro. Gracias a su esfuerzo, decenas de personas han logrado volver a tener sus brazos completos.
Los brazos biónicos funcionan detectando los pulsos eléctricos de los músculos restantes de la extremidad. Así, sus usuarios tienen acceso a cierto rango de movimientos que les abre las puertas para realizar muchas acciones nuevas.
Por ahora Open Bionics solo trabaja con personas que viven en Reino Unido y tienen específicamente una discapacidad más allá del codo. No obstante, su legado podría dejar un precedente para que más personas con discapacidad en el mundo tengan acceso a prótesis biónicas.