El exárbitro mexicano Marco Rodríguez, que ofició en la derrota de 7-1 de Brasil ante Alemania en semifinales de la Copa del Mundo del 2014, duró apenas unos pocos días en su nuevo trabajo como dirigente de un equipo de fútbol.
El Salamanca de tercera división dijo el sábado que el contrato de Rodríguez fue rescindido menos de una semana después de que fue nombrado para el puesto.
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El club no dio un motivo, limitándose a decir que “El Salamanca UDS agradece el trabajo y el compromiso del entrenador durante estos días y le desea todo lo mejor en el futuro, tanto en lo deportivo como en lo personal”.
Pero el ex árbitro hizo comentarios en medios sociales insinuando que no podía aceptar un papel de marioneta de José Luis Trejo, que había sido escogido inicialmente como técnico pero no podía asumir la posición oficialmente por un problema con su licencia.
Rodríguez dijo en Twitter:“¿Cesado? El título de entrenador Grado Superior o UEFA PRO debe ejercerse con profesionalismo y ética. Un genuino entrenador no vende al mejor postor su inversión de años de preparación y jamás permitas ser prestanombre y que otros sin la cualificación europea, te utilicen”.
Habría sido su primer trabajo como técnico tras retirarse como árbitro al final de la Copa del 2014.
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Además de la semifinal Brasil-Alemania, Rodríguez ofició del partido de grupo de Uruguay-Italia en el que Luis Suárez mordió al defensor italiano Giorgio Chiellini.
Rodríguez, quien también tiene ciudadanía española, fue árbitro en los Mundiales del 2006 y 2010.