Cuando un deportista profesional trasciende el campo de juego para hacerse sentir en grande en la comunidad y aportar un granito de arena en la formación de los niños, hay que sentarse y escuchar lo que tiene que decir sobre lo que lo motiva. La cosa se pone interesante, particularmente, si el deportista es capaz de combinar su agenda deportiva con su agenda comunitaria. Es decir, si durante su campaña de trabajo realiza sus aportaciones sociales.
José Berríos es uno de los deportivas boricuas que aprendió muy bien el legado de Roberto Clemente. El bayamonés, uno de los principales lanzadores de los Mellizos de Minnesota en las Grandes Ligas, realizó unas clínicas el lunes, como parte de su misión con la comunidad de la ciudad donde se ha venido abriendo paso en el mejor béisbol del mundo, desde su debut en abril de 2016.
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Para Berriós, de 25 años y padre de dos varoncitos y una niña, es fundamental mantenerse conectado con la niñez.
“Yo me debo a los niños. Cuando yo era nene yo veía las Grandes Ligas como un sueño y ahora siento que es una gran responsabilidad aprovechar el espacio y mis bendiciones para enseñar y motivar a los más pequeños”, dijo Berríos en conversación con El Calce ayer.
Antes de que arrancara la temporada de 2019 ya Berríos venía demostrando que venía con iniciativas sociales muy interesantes, pues en enero se juntó con Javier Báez y el lanzador de los Rojos de Cincinnati, Trevor Bauer, para unas clínicas libre de costo en el parque de Flamboyán Gardens, en Bayamón.
Asimismo, Berríos tiene otra misión importante que no ha sido completada.
“Todavía tengo La MaKina Strikeout Challenge, quiero cerrar fuerte el 2019 para que sea un éxito. Me quedan como nueve salidas más, así que debo darlo todo para que esa ayuda llegue a los niños y niñas pacientes de cáncer del Hospital Pediátrico”, indicó el abridor sobre la iniciativa que busca aportar $50 por cada uno de sus ponches este año.
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Berríos acumula 150 ponches al día de hoy, por lo que su aportación preliminar está rondando $7,500. No obstante, la meta es alcanzar los 200 abanicados.
“En cuanto a mis números, no ha sido el mejor año, pero queda juego y es cuestión de hacer ajustes. El equipo de los Mellizos está teniendo una temporada tremenda y espero que logremos el título de la División Central de la Liga [Americana]”, sostuvo.
De acuerdo con Berríos, la postemporada está a la vuelta de la esquina. El nuestro entiende que la dinámica con los niños debe continuar, pues sirve para canalizar los pensamientos y las presiones del ajetreo deportivo.
“Definitivamente, los niños son como una energía extra. Así que seguimos con nuestras clínicas, porque a ellos [los niños] es que nos debemos”, puntualizó.
Berríos acumula marca de 10-6 t efectividad de 3.37 en 25 aperturas. Se encuentra a cuatro victorias de igualar su marca personal en las Mayores (14), número conseguid en la campaña de 2017.