Los Astros de Houston llegaron a la serie de campeonato de la Liga Americana mermados por las lesiones.
El venezolano José Altuve jugó con sólo una rodilla sana, la espalda del puertorriqueño Carlos Correa nunca estuvo en buenas condiciones y el pitcher Lance McCullers lidió con una lesión que al parecer requerirá cirugía.
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Ahora, los Astros están más adoloridos por la oportunidad perdida, al quedar eliminados tras una racha de cuatro derrotas seguidas ante los Medias Rojas que puso fin a sus posibilidades de ser campeones de Grandes Ligas por segundo año consecutivo.
“El corazón de este equipo realmente es incomparable”, declaró el as Justin Verlander, cuya formidable temporada ayudó a los Astros a llegar tan lejos en los playoffs. “Algunos de nuestros peloteros tuvieron que lidiar con mucho. No voy a nombrar a ninguno específicamente, pero creo que era muy evidente en el terreno de juego, al igual que el esfuerzo que hicieron al tratar de ayudarnos a ganar”.
Fue un final decepcionante de un año estelar en que los Astros impusieron un récord de la franquicia con 103 victorias al quedarse con el banderín de la División Oeste de la Liga Americana por segunda temporada en fila. Houston no tuvo problemas en la serie divisional al barrer a los Indios de Cleveland para avanzar a un duelo con los Medias Rojas, que ganaron 108 juegos en la campaña regular.
Los Astros se llevaron el primer encuentro de la serie de campeonato antes que los Medias Rojas tomaran el control, ganando un duelo en Boston antes de sumar tres triunfos en Houston y avanzar a la Serie Mundial por primera vez desde 2013.
“Aprenderemos de esto y todos aquí sentiremos un poco de aflicción al tratar de asimilarlo. Sentiremos un poco de amargura al pensar que pudimos haber sido campeones en años consecutivos”, declaró el tercera base Alex Bregman. “Y sé que cada vez que yo despierte y los demás despierten durante el periodo entre temporadas, pensaremos en una sola cosa, y eso será trabajar para ganarlo el próximo año”.
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Correa permaneció en el dugout después del último out del jueves, con la mirada perdida en el campo mientras reflexionaba sobre la oportunidad perdida con la vista puesta en como los Medias Rojas celebraban en su casa, tras apuntarse un triunfo de 4-1.
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“Sólo estaba pensando en que no quiero volver a sentir nunca esa sensación de perder”, señaló. “Es simplemente devastador perder cuando sabemos qué tipo de equipo tenemos”.
Fue un año donde Bregman lideró la ofensiva de Houston al conseguir los máximos en su carrera en promedio de bateo (.286), jonrones (31), carreras producidas (103) y dobletes (51), mientras Altuve batalló la mayor parte de la segunda mitad de la campaña con una lesión de rodilla derecha. El actual Jugador Más Valioso de la Liga Americana regresó de la primera estancia en su carrera en la lista de lesionados el 21 de agosto, pero nunca se recuperó totalmente de la lesión.
El segunda base, seis veces elegido al Juego de Estrellas, se sentía tan mal en la serie de campeonato que no pudo jugar a la defensiva y sirvió como bateador designado durante los últimos tres juegos.
“En su caso, todo es cuestión de jugar con corazón”, comentó el manager AJ Hinch. “Es un gran ejemplo de lo que es correcto… Desearía que supieran por lo que tuvo que pasar para jugar todos los días y prepararse para luego contribuir y hacerlo bien”.
