El presidente Donald Trump canceló la visita que los Eagles de Filadelfia realizarían el martes a la Casa Blanca, en medio de la disputa sobre si los jugadores de la NFL deben ponerse de pie durante la interpretación del himno nacional antes de los partidos.
El martes temprano tuiteó: “¡Rendir honor a Estados Unidos! ¡NFL, no escapen a los Vestuarios!”.
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En un comunicado emitido el lunes en la noche, Trump dijo que algunos miembros del equipo que ganó el último Super Bowl “están en desacuerdo con su presidente, porque él insiste en que se pongan de pie con orgullo para escuchar el himno nacional, con la mano en el corazón, para honrar a los grandes hombres y mujeres de las fuerzas militares y a la gente del país”.
Trump dijo que el equipo quería enviar una delegación más pequeña a la residencia oficial. Sin embargo, el presidente consideró que alrededor de 1.000 fanáticos que planeaban asistir al acto “merecen algo mejor”.
Comentó que, en vez de recibir a los Eagles, participará en “un tipo diferente de ceremonia”, con la banda de la Marina y el Coro del Ejército de Estados Unidos.
“Honrarán a nuestro gran país, rendirán homenaje a los héroes que lucharon por protegerlo, e interpretarán el himno nacional, en forma sonora y con mucho orgullo”, destacó Trump.
La vocera de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders dijo que el equipo había dicho el jueves que 81 miembros, entre jugadores, entrenadores y asistentes, asistirían a la ceremonia. Pero dijo que el equipo se puso en contacto de nuevo con la Casa Blanca el viernes y trató de programarla para otro día, “diciendo que muchos jugadores no participarían”. Ellos propusieron un momento cuando Trump estaría en el extranjero.
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Sanders dijo que la Casa Blanca continuó hablando con el equipo durante el fin de semana, pero que al final “los Eagles ofrecieron enviar solamente un grupo diminuto de representantes, dejando claro que la mayoría de los jugadores no participarían”.
“En otras palabras”, dijo, “la vasta mayoría del equipo de los Eagles decidió abandonar a sus fanáticos”.
El alcalde de Filadelfia, Jim Kenney, respondió a la cancelación con su propio comunicado, en el que se dijo “igualmente orgulloso por el activismo de los Eagles en el terreno” como por el hecho de que los jugadores “representen la diversidad del país, una nación en la que somos libres de expresar sus opiniones”.
“El hecho de retirarles la invitación a la Casa Blanca sólo demuestra que nuestro presidente no es un verdadero patriota, sino un frágil egocentrista, obsesionado con los tamaños de las multitudes y temeroso de la vergüenza por organizar una fiesta a la que nadie quiere asistir”, prosiguió el comunicado.
La semana pasada, el safety de los Eagles Malcolm Jenkins dijo que no asistiría a la ceremonia porque no quería que se aprovecharan de él para que el presidente se tomara una foto.
“Evitaré ser un tipo de peón”, comentó Jenkins.
El defensive end Chris Long se pronunció con más vehemencia contra la posibilidad de visitar a Trump. El quarterback Carson Wentz sí planeaba asistir.
Recientemente, la NFL anunció una política que obliga a que los jugadores se pongan de pie para escuchar el himno si están en el terreno antes de un partido. Trump había sugerido que quienes se arrodillaran durante el himno en señal de protesta debían ser despedidos