A estas alturas del juego está de más decir que Eddie Casiano sabe bien lo que tiene entre manos. El tipo es un gallo castao’ y hasta Tracy McGrady lo sabe. Por eso, cuando se habla con Eddie sobre baloncesto y, específicamente, sobre el trabajo y el esfuerzo de su quinteto patrio, es necesario mover bien ese balón y buscar tiros efectivos sin forzar la ofensiva, porque no es un asunto cualquiera.
Y claro, hay que evitar velarle güira al técnico cuando afirma que, de cara a la próxima ventana premundialista, en el equipo todo es positivo.
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“[El reto de ahora] es más bien aclarar cuándo podemos contar con todos los jugadores para poder hacer nuestros ajustes y trabajar con nuestro grupo, ya que sabemos que en febrero de 2018 será la segunda ventana. Desde ahora podemos ir trabajando con los equipos, con los jugadores, con las fechas, para que no haya ningún tipo de problema y FIBA nos ayude en esa situación. Necesitamos tener los jugadores temprano para poder hacer nuestro trabajo”, comentó a su llegada a Puerto Rico el piloto nacional, luego de la participación de Borinquen en la primera ventana clasificatoria al Mundial de China 2019.
Casiano dejó claro que el núcleo de jugadores seguirá siendo el mismo para la próxima cita. En ese sentido, el plan inicial continuará enmarcándose en el listado de 24 jugadores disponibles.
De acuerdo con Casiano, son muchas las áreas para mejorar en el juego de los boricuas. Sin embargo, reconoció que los nuestros demostraron una química muy positiva en sus más recientes compromisos, por lo que será necesario seguir alimentando esa semilla generacional combinando veteranía con juventud, de no lograrse la suma de más figuras jóvenes.
Asimismo, el veterano que se clavó a Dwayne Wade en las Olimpiadas de Atenas 2004 aprovechó para puntualizar el juego colectivo de los 12 que sudaron el uniforme en Orlando y en La Habana.
“Contra Estados Unidos los vi bien. Jugamos contra una potencia, estamos claros de eso. Tenemos que mejorar el área de la pintura, nos cogieron 17 rebotes ofensivos. Mientras, en el juego de Cuba no nos tomamos riesgos para que no me dominaran la pintura y atacamos mucho a los gares y a los hombres grandes desde distintos ángulos del juego. Y no le dimos oportunidad en las tablas. Por eso digo que los muchachos tienen una ’A’. Con el corto tiempo lograron encajar. Ellos se están disfrutando el proceso y es algo que no se veía hace unos años. Ellos saben que esto es un compromiso”, dijo.
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A Casiano no le sorprendió el buen trabajo del equipo, a pesar de que no contaron con la participación de figuras claves, como José Juan Barea o el juvenil Tyler Davis. Entretanto, el exjugador nacional aprovechó para poner en contexto la complejidad del proceso clasificatorio.
“Cada ventana son 72 horas. Lo que tenemos para mejorar se va en prácticamente 48 horas. Es decir, mi trabajo se ve envuelto en eso y hay que ajustarnos. Pero nosotros como equipo estamos en la misión de poner la bandera en alto representando dignamente a Puerto Rico. Estamos bien claros de la situación de nuestra gente y de las dificultades, por eso nuestro deber es llevarle alegría al país”, subrayó, a la vez que dejó abierta la posibilidad de que el equipo tenga que entrenar en el extranjero por la situación del país.
Por su parte Yum Ramos, presidente de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, elogió la labor del combinado y aseguró que la misión federativa seguirá esforzándose para lograr un relevo generacional para el futuro.
