Tras más de 14 años indagando e investigando sobre los inicios y el desarrollo del voleibol en Puerto Rico, el exdeportista y periodista Julio “Buyín” Camacho ha lanzado el libro, “Voleibol en Puerto Rico, 116 años del deporte de la malla alta”.
“Luego de tantos años como periodista y reconociendo que no había ningún libro y que se estaba perdiendo la historia, quise recopilar lo más que pude”, sostuvo Camacho en entrevista con Efe.
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En el ejemplar, que Camacho presenta hoy en la Librería Casa Norberto en Plaza las Américas, elabora las primeras andanzas del voleibol desde el momento en el cual las tropas estadounidenses llegaron a la costa sur de la isla hasta la participación del equipo adulto femenino en Río 2016.
“Adonde quiera que los estadounidenses iban a conquistar el mundo, llevaban una pelota; y antes no remataban como se hace ahora, sino que empujaban la bola”, contó Camacho, quien plasmó en 232 páginas y más de 50 fotografías la historia del voleibol en Puerto Rico.
Entre las imágenes que Camacho incluyó en su publicación, está la de un grupo de militares pasándose una pelota sobre un tendedero, asimilando un partido de voleibol, deporte inventado por el estadounidense William Morgan en 1895.
Camacho agregó en el libro fotos encontradas en el Archivo General de Puerto Rico de cuando en la YMCA -organización social y deportiva establecida en la isla en 1913- organizó sus primeros torneos de voleibol en su entonces sede, ahora hogar del Comité Olímpico de Puerto Rico, en el Viejo San Juan.
El libro incluye también todas las franquicias profesionales locales —masculinas y femeninas— y sus respectivos campeones por temporada, la historia de la selección puertorriqueña que falleció en un accidente de avión en 1970 después de competir en República Dominicana y todos los puertorriqueños que han jugado en las diversas ligas de Europa.
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En el capítulo de la selección femenina que trágicamente murió en el accidente de transporte, Camacho agregó una entrevista a Carmen Rosa Sabater, la única miembro de ese equipo sobreviviente del suceso, pues la exjugadora y excapitana de la plantilla había regresado al país un día antes del incidente.
Camacho también destaca en su libro el impulso del voleibol en canchas de tierra en los municipios montañosos de Naranjito, Corozal, Lares o San Sebastián, así como el costero de Yauco, por misioneros estadounidenses.
El autor explicó además que una de las razones por las cuales el voleibol ha tenido tanto auge en los pueblos de la montaña, por la falta de actividades extracurriculares a los niños y jóvenes, quienes entonces decidían practicar el deporte de la malla alta hasta que surgieron destacadas figuras.
Camacho incluyó además en el libro un listado de reconocidos apodos de voleibolistas puertorriqueños, como Ángel “Conejo” García y Saraí Álvarez, a quien el autor bautizó como “La Princesa del Maní”, referente a su lugar de crianza en el Barrio El Maní de Mayagüez.
“Cuando pensaba que un apodo sería controversial, lo cuestionaba personalmente con el voleibolista”, detalló Camacho, quien en su ejemplar postula fuertes críticas contra pasados directivos federativos del voleibol y culmina el libro resaltando la actuación del equipo femenino de Puerto Rico que jugó en Río ’16.
El libro fue editado por el periodista Marvin Fonseca y publicado por el empresario Norberto González y Publicaciones Gaviota