El gobernador Ricardo Rosselló Nevares recibió esta mañana en La Fortaleza al expelotero Iván Rodríguez, exaltado al Salón de la Fama del béisbol.
La cita se dio luego de que el pasado 18 de enero el receptor entrara al Salón de la Fama del béisbol de Grandes Ligas con el 76% de los votos.
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Se requería un mínimo de 75% de los votantes para que entrase.
Lo logró en su primer intento, que es un logro en sí mismo.
Rodríguez prácticamente redefinió la posición de receptor tan inmediatamente como entró a jugaren el 1991.
Su estilo agresivo, rápido y poderoso y altamente defensivo fue conjugado con su capacidad de batear de contacto.
Luego de 21 temporadas jugando en la receptoría terminó con un promedio de bateo de 296, 311 jonrones, 1,332 empujadas y 2,844 hits conectados.
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Además de su total de hits, otro récord para todos los receptores en Grandes Ligas es la cantidad de juegos en la posición, lo que indica que no solo tuvo el talento, sino que lo prolongó como ningún otro receptor, la posición más fatigosa del juego.
Fue el primer intento de “Pudge” para entrar a Cooperstown, sede del salón de la fama.
Tuvo que esperar cinco años para que pudiera registrarse.
Rodríguez entrará con el uniforme de los Vigilantes de Texas, equipo con el que jugó la mayor parte de su carrera.
El exreceptor, de 45 años, ganó el MVP en 1999 y obtuvo una sortija de campeón de la serie Mundial en 2003, con el equipo Marlins, de Florida.
Rodríguez se disputa con Johnny Bench, en el Salón de la Fama, ser el mejor receptor de la historia de las Grandes Ligas.
Rodríguez tiene mejores números defensivos, aunque Bench, por muy poco, es mejor ofensivamente.
