Por: Dennis Márquez Lebrón
El próximo lunes comienza la segunda sesión ordinaria de la Legislatura que, al igual que en la anterior la clase trabajadora, los comerciantes, los estudiantes, los pensionados y el país no deben esperar ni grandes cambios ni buenas noticias.
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Desde La Fortaleza se ha anunciado, que se aprobarán varias reformas: contributiva, salud y educación. Estamos a la espera de esos proyectos, que anticipamos, vendrán acompañados del visto bueno o la imposición de la Junta de Control Fiscal, por lo que adelantamos que estarán en choque con los mejores intereses del pueblo.
Ante este escenario, no debemos bajar la guardia y continuar con fuerza la fiscalización. Una verdadera reforma contributiva debe ser integral tanto en su conceptualización, como en su ejecución; hay que revisar todos los impuestos en todos los sectores, no solo a los individuos. Esto con la finalidad de que la misma vaya dirigida a alcanzar la meta de tener un sistema progresivo en el que paguen en mayor cantidad los que más tienen. Incluso se presenta una buena oportunidad para revisar los incentivos contributivos a grandes empresas que exportan sus ganancias sin invertir en nuestra economía y ponerlos a pagar contribuciones, como lo hemos propuesto en el PIP históricamente y como insistimos nuestro Proyecto de Ley 1174, que busca establecer una tasa de 10 % de contribución aplicable al ingreso neto de desarrollo industrial de las empresas acogidas a la Ley de Incentivos Económicos, que, al día de hoy, contribuyen entre un 2 y un 4 %.
En el tema de la salud, no habrá una real reforma ni transformación si la misma no se encamina a acabar con el modelo actual donde el lucro desenfrenado de las aseguradoras va por encima de la salud del paciente. Por ello es necesario un plan de salud universal y pagador único que cubra al 100 % de la población del país y que establezca un sistema integrado que combine políticas públicas curativas de la mano con servicios de orientación y prevención de la salud. Resulta evidente también la necesidad de cambiar el enfoque actual y sustituirlo por uno salubrista que recompense a los proveedores por mantener a sus pacientes saludables.
En la educación cualquier intento de legislar más allá de cambiar conceptos e importar mal llamados modelos educativos, realmente lo fundamental es hacerles justicia a las comunidades escolares, evitando el cierre de escuelas, justicia salarial para los maestros y, de una vez y por todas, hacer justicia a las niñas y niños de educación especial.
En el tema del medioambiente, está radicado el Proyecto de Ley 1160 de mi autoría, para enmendar la fatídica Ley 40 para, de una vez y por todas, prohibir el depósito de cenizas tóxicas, que atentan contra la salud y el ambiente en comunidades del área sur y este del país, dada la anticuada técnica de la quema de carbón en Guayama. Si la Legislatura quiere remediar el engaño que resultó ser dicha ley y cumplir con su deber de hacerles justicia a Peñuelas y a todo Puerto Rico, este proyecto debería aprobarse de manera urgente al inicio de la sesión. Para combatir las nuevas reformas y medidas regresivas del gobierno, debemos todos prepararnos para continuar batallando.
