En una semana culmina el mes de marzo y aun entonces quedarán algunos días para que se cumplan los ya tradicionales “primeros cien días” que algunos sectores toman para “medir” o “definir” estilos y expectativas de una nueva administración gubernamental. En esta ocasión, por las circunstancias particulares en que se entregaron o encontraron “las finanzas del gobierno,” las primeras gestiones han ido dirigidas a promover un ambiente adecuado para hacer negocios en la isla, estabilizar el errático ambiente que se había provocado en los mercados financieros y atender de manera especial la realidad que enfrentan diferentes sectores vulnerables de nuestro pueblo.
Se han sometido importantes piezas legislativas cónsonas al avalado Plan para Puerto Rico. La Legislatura ha tenido a bien aprobar muchas de ellas. Otras, aún bajo consideración, están siendo evaluadas y experimentarán enmiendas que también serán de beneficio general para nuestra gente. Un ejemplo de legislación de avanzada, que aún se encuentra en trámite legislativo y radicada de conformidad con el programa de gobierno del honorable Ricardo Rosselló Nevares, lo es la creación de la Organización de Mercado de Destino, como se conoce en español como Destination Marketing Organization o DMO. Un proyecto de vital importancia para incentivar, de manera más eficaz, nuestra actividad económica a través del turismo. Aprobada ya en la Cámara, corresponde ahora que regrese al Senado para su aprobación final.
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El mecanismo diseñado y presentado al pueblo como parte del Plan para Puerto Rico consiste en la creación de una corporación privada y sin fines de lucro que contará con una participación amplia de los sectores público y privado. Hombres y mujeres con la experiencia, el conocimiento y el entusiasmo para desarrollar estratégicamente una marca para que la isla se convierta en destino para un mayor número de visitantes, aumentando a su vez nuestra exposición a nivel global. Más importante aún, esta organización (por su norte y composición) ha sido pensada para que, aunque respaldada dentro del presupuesto anual del Gobierno de Puerto Rico, mantenga clara autonomía e independencia de criterio en su proceso decisional. Ello así, para evitar de una vez y por todas que los cambios en administraciones gubernamentales interrumpan y afecten estrategias y campañas que han tenido resultados positivos con anterioridad o requieren continuidad.
Una vez más, el trabajo en equipo y ambiente de apertura al dialogo constructivo nos presenta una gran oportunidad de alcanzar nuestros más grandes anhelos en los sectores que mueven nuestra economía. El respaldo multisectorial a esta y otras tantas piezas legislativas, en conjunto con el compromiso de nuestro gobernador con el desarrollo sustentable y crecimiento sostenido de nuestras industrias y economía, va de la mano del deseo que tenemos como pueblo de continuar por la ruta trazada por entenderla correcta. Así como para el éxito de esta iniciativa nos corresponde también, a todos y todas, mostrar lo mejor de nosotros a quienes nos visitan. Nos toca continuar trabajando con esmero en la construcción del nuevo Puerto Rico. Juntos vamos a hacer la diferencia.