Tiene solo dos letras, pero es la palabra que nadie quiere escuchar: "NO". Ese vocablo de negación lleva implícito rechazo, hasta tal punto que al oírlo muchos sienten como si les dieran una sonora bofetada.
Ante un "NO" lo normal es huir, batirse en retirada. Sin embargo, la clave del éxito puede estar precisamente en enfrentarse a ese "NO" y no tirar la toalla, en no darse por vencido al escucharlo, en continuar adelante. Porque un "NO" puede dar paso a un "SÍ".
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Que se lo digan a J.K. Rowling, la autora de los libros de Harry Potter: escuchó en 12 ocasiones un "NO" al tratar de publicar el primer libro del niño mago. Pero no se rindió y al decimotercer intento acabó obteniendo un "SÍ".
Pero si hay alguien que de verdad sabe de "Noes" es Jia Jiang. Este estadounidense trabajaba en una empresa, pero su sueño era montar su propia compañía. Sin embargo, fue más difícil de lo que pensaba: empezó a recibir un "no" detrás de otro. Hasta que fracasó, pero en realidad aquello fue todo un éxito.
Jiang decidió que tenía que superar su miedo al "no" costara lo que costara. Y le pareció que podía conseguirlo si se entrenaba en recibir negativas, si se habituaba a que verse rechazado hasta tal punto que al escuchar un "no" ya no le doliera. Durante 100 días, uno tras otro, provocó situaciones que concluían siempre con un "NO".
El primer día, por ejemplo, trató de que un extraño le prestara 100 dólares. "No". El segundo, fue a una hamburguesería y solicitó que le volvieran a rellenar el vaso de refresco sin pagar. "No". En otra ocasión trató de regalar 5 dólares a cinco desconocidos. "No", no le aceptaron el dinero.
Un día la prueba consistió en pedir a una chica que cenara con él. "No". Y así un día tras otro, convencido de que si uno se acostumbra a sufrir pequeños "no" se va preparando para cuando lleguen los grandes.
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Aquella experiencia dio lugar a un libro ("Rejection Proof: How I Beat Fear and Became Invincible") y a un blog que ha tenido más de 8,5 millones de visitas. Pero, sobre todo, convirtió a Jia Jiang en un experto en rechazos. Hasta el punto hoy se gana la vida dando conferencias sobre ellos y enseñando a la gente a superar sus miedos al "NO".
¿Qué le llevó a querer ser rechazado durante 100 días?
Todo empezó por mi miedo al rechazo. Me di cuenta de que por culpa de ese miedo estaba dejando escapar muchas oportunidades, me percaté de que estaba constantemente tratando de obtener la aprobación de todo el mundo.
Y entendí que todo eso me paralizaba, que esa necesidad de que mis proyectos gustaran a todos los demás me frenaba de llevarlos a cabo. Porque al final todo el mundo tiene una opinión y es imposible que todos estén de acuerdo con lo que haces. Y si te dejas llevar excesivamente por el miedo al rechazo, al final no haces nada.
Su sueño era montar su propia empresa, ¿verdad?
Sí. Y tardé mucho en montarla por mi miedo al rechazo. Y cuando finalmente la monté, ante las primeras críticas del principal inversor sentí deseos de tirar la toalla. Las críticas me dolían tanto que estaba dispuesto a sacrificar mi propia empresa.
Ese inversor es una persona muy conocida, un experto y me parecía que si no le gustaba lo que yo estaba haciendo significaba que yo no era bueno. Y entonces, se me encendió una bombilla y me dije: "Bueno, en realidad es solo una opinión". Y a partir de ahí decidí experimentar con el rechazo a fin de conseguir superarlo.
Lo que hizo entonces fue zambullirse en él: dedicó 100 días a ver cómo le rechazaban una y otra vez a modo de entrenamiento, ¿no es así?
Eso es. Comencé a buscar el rechazo, aunque en un principio no me planteé si tenía que hacerlo durante cien días. Lo que hacía a diario era alguna cosa buscando a propósito ser rechazado por otras personas.
¿Con qué objetivo?
Con el objetivo de aprender del dolor que me producía el verme rechazado y conseguir así ganar en confianza en mí mismo.
¿Existe entonces una técnica para superar el rechazo, se puede uno habituar a ser rehusado?
Sí, absolutamente. Antes de someterme a la prueba de verme rechazado durante 100 días, yo no sabía qué hacer cuando era rechazado.
Me sentía frustrado, pero no sabía cómo manejar la situación. Ahora sí que sé hacerlo. Por ejemplo, ahora cuando me rechazan y recibo un ’no’ eso no me hunde, lo que hago es que me pregunto qué debo hacer para obtener un ’sí’ y lograr lo que quiero.
Y eso, preguntarme por el ’cómo’, pone las riendas en mis manos y me da la posibilidad de mejorar. Pero esa es solo una técnica, hay muchas.
Así que al final usted ha transformado su fracaso a la hora de aceptar un ’no’ en todo un éxito…
Sí. Ahora me siento mucho más seguro a la hora de encajar un rechazo, sé cómo manejarme en esas situaciones. He aprendido muchas técnicas para conseguir transformar un ’no’ en un ’sí’ y en el peor de los casos, cuando obtengo un ’no’ inamovible ya no sufro por ello.
¿Qué es lo más importante que ha aprendido sobre el rechazo?
En primer lugar que el rechazo solo es la opinión de una persona, solo eso. Y uno no puede tomarse una simple opinión a un nivel demasiado personal y que eso le lleve a plantearse cosas importantes de sí mismo. Y, por otro lado, el rechazo es una cuestión de números: puedes obtener rechazo de una persona y la aprobación por parte de otra.
Así que si amplias tu campo de acción tienes más posibilidades de obtener aprobación. Si superas el miedo a ser rechazado y minimizas el dolor que te produce recibir un ’no’, eso te permite tantear a más personas y tener más oportunidades de recibir un ’sí’.
Al final es una cuestión de confianza en uno mismo…
Sí. Cuando aprendes a manejar el rechazo aumenta la confianza en ti mismo, eres capaz de hablar con los demás con más seguridad sin pensar en si vas a recibir de ellos un ’sí’ o un ’no’, porque aunque obtengas un ’no’ ya no te duele tanto.
¿Para tener éxito en la vida es necesario saber aceptar el rechazo?
Sí, completamente. En la vida uno siempre va a recibir rechazo. Así que saber sobreponerse al rechazo y ser capaz de seguir adelante en ocasiones puede realmente determinar que ganes o que pierdas.
Hay un ejemplo muy claro al respecto: Harry Potter. La creadora de Harry Potter, J.K. Rowling, recibió en 12 ’noes’ cuando trataba de publicar el primer libro. Pero logró sobreponerse a esos 12 rechazos y consiguió hacer bingo en el decimotercer intento. Pero si no hubiera sido capaz de encajar esos 12 rechazos, no habría logrado publicar Harry Potter.
Usted sostiene que el rechazo es peor que el fracaso. ¿Por qué?
El rechazo es más personal que el fracaso. Si fracasas en algo, puedes echarle la culpa de ese fracaso a muchas cosas o factores. Si, por ejemplo, montas una compañía y fracasa, te puedes escudar en la economía, en que no era el momento…
Pero si te rechazan es algo muy personal, te están diciendo ’no’ a ti. Y es por eso por lo que el rechazo es más difícil de manejar que el fracaso.
Del centenar de rechazos que usted ha soportado, ¿cuál es el que más le ha dolido?
He sufrido muchos rechazos que me han dolido, algunos mucho. Pero seguramente una de las cosas que más me han hecho sufrir no ha sido un ’no’ sino un ’sí’.
ui a un establecimiento de la cadena Krispy Kream y pedí que me regalaran un donuts, pensando en que no lo harían. Pero lo hicieron, me regalaron el donuts azucarado y crujiente. Y eso hizo que me preguntara cuántos ’síes’ me habría perdido en la vida por no preguntar, por asumir que la respuesta que iba a recibir iba a ser un ’no’.
Usted ha creado una aplicación para móviles que enseña cómo hacer frente al rechazo, ¿verdad?
Sí. Esa aplicación aún la estoy desarrollando y la que se encuentra en internet no es la versión final. Pero lo que creo firmemente es que acabaré, acabaremos haciendo algo que ayudará a muchísimas personas a combatir su miedo al rechazo, algo para lo que ahora mismo no existe nada en el mercado.
Uno de mis objetivos es ese. También doy muchas charlas, conferencias y talleres en diferentes empresas y compañías para ayudar a los asistentes a superar el rechazo.
Entonces al final se ha acabado usted ganando la vida con el rechazo, ¿no?
Pues sí.
¿Y qué tal va el negocio?
Bien, bastante bien. Con las conferencias y charlas me va bastante bien, pero creo que mi gran potencial es dar con algún método que pueda ayudar a mucha gente.
¿Qué es lo que más le pregunta la gente en las charlas que da?
Que de dónde saco la inspiración para mis ideas. Y yo respondo que las ideas surgen de mi creatividad y que cuando uno supera el miedo a ser rechazado se vuelve muchísimo más creativo.
El miedo al rechazo, ¿es algo característico de nuestra sociedad o ha existido siempre?
Yo creo que ha existido siempre, que ya los hombres prehistóricos tenían miedo al rechazo. En aquellos tiempos los hombres salían juntos a cazar, en grupo, y si el grupo te rechazaba significaba literalmente condenarte a muerte. Para sobrevivir, era necesario que no te rechazaran. Y seguramente eso se ha transmitido hasta nuestros días.
Cuando hoy en día uno pide algo, con frecuencia siente esa misma tensión que se siente ante una decisión de vida o muerte. Por supuesto, sabes que no te juegas la vida, pero el temor que sientes es parecido. Y eso creo que nunca cambiará, que nunca evolucionamos lo suficiente como para eliminar ese miedo.
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