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Jamal Khashoggi, el periodista disidente saudita que Turquía asegura que fue asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul

Khashoggi, de 59 años, vive en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos, debido a su postura crítica con el gobierno de su país y con la participación saudita en la guerra de Yemen, entre otras cuestiones.

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Cinco días después de desaparecer tras una visita al consulado de Arabia Saudita en Estambul, aumenta la preocupación por el paradero del columnista del Washington Post y disidente saudita Jamal Khashoggi.

Un oficial turco aseguró a la BBC que las primeras investigaciones apuntan a que Khashoggi fue asesinado allí después de que un grupo de unos 15 nacionales sauditas volara expresamente a Estambul para matarlo.

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Las autoridades sauditas niegan las acusaciones y aseguran que están "trabajando para buscarlo".

Mientras, el Washington Post afirmó que sería un "acto monstruoso e inconmensurable" si efectivamente Khashoggi, crítico de elevado perfil del príncipe de la corona saudita Mohammed bin Salman, ha sido asesinado.

Khashoggi, de 59 años, vive en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos, debido a su postura crítica con el gobierno de su país y con la participación saudita en la guerra de Yemen, entre otras cuestiones.

Aunque las reformas impulsadas por el príncipe Mohammed bin Salman han sido bien recibidas por los países occidentales, activistas de derechos humanos y de las mujeres, intelectuales y clérigos sauditas han sido arrestados, mientras que la guerra en Yemen ha provocado una crisis humanitaria.

Khashoggi, que cuenta con 1,6 millones de seguidores en Twitter, fue editor del diario al-Watan y de una cadena de noticias saudita.

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Durante años fue percibido como alguien cercano a la familia real de este país e incluso fue consejero de oficiales de alto rango.

Después de que varios de sus amigos fueran arrestados, su columna en el diario al-Hayat fue cancelada y hay reportes de que recibió avisos de que no siguiera tuiteando.

Ya en Estados Unidos, Khashoggi escribió piezas de opinión para el Washington Post y siguió apareciendo en canales de televisión árabes y occidentales.

"He dejado mi casa, mi familia y mi trabajo y estoy levantando la voz", escribió en septiembre de 2017.

"No hacerlo sería traicionar a aquellos que languidecen en la cárcel. Yo puedo hablar mientras que tantos otro no pueden".

Khashoggi había acudido el martes al consulado para obtener un documento de certificación del divorcio de su exmujer para poder casarse con su prometida turca, Hatice Cengiz.

Cengiz dice que esperó afuera del consulado durante 11 horas, pero él nunca salió.

Asegura que Khashoggi tuvo que dejar su celular al entrar, lo cual es una práctica común en algunas misiones diplomáticas.

Él le había dicho que llamara a un consejero del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, si no volvía.

"Jamal no está muerto. No puedo creer que lo hayan asesinado", escribió Cenguiz en Twitter. La mujer dijo estar esperando una confirmación oficial.

El jefe de la Asociación de Medios Turcoárabes, Turan Kislakci, le dijo al New York Times que oficiales de policía turcos encargados de la seguridad del consulado habían comprobado las cámaras de seguridad y no vieron al periodista salir a pie, pero también añadió que del lugar salieron y entraron varios coches diplomáticos.

El miércoles, el príncipe Mohammed bin Salman le dijo a la agencia de noticias Bloomberg que las autoridades turcas eran bienvenidas para buscar en el interior del edificio porque "no tenemos nada que esconder".

"Se trata de un ciudadano saudita y nosotros queremos saber qué le pasó. Y seguiremos nuestro diálogo con el gobierno turco para ver qué le pasó a Jamal allí", declaró el príncipe de la corona.

"Entiendo que entró y salió tras unos minutos o una hora. No estoy seguro. Estamos investigando esto a través del ministerio de Exteriores para ver exactamente qué paso en ese momento".

Al ser preguntado sobre si Khashoggi se enfrenta a alguna acusación en Arabia Saudita, el príncipe de la corona dijo que su país tendría que saber primero dónde se encuentra.

Crisis diplomática

Según el corresponsal de la BBC en Estambul, Mark Lowen, de confirmarse el asesinato del periodista esto situaría las relaciones entre Turquía y Arabia Saudita en una crisis sin precedentes.

"Esta es una acusación bomba por parte de Turquía. Y aunque las autoridades de momento no han proporcionado ninguna prueba para sustentarlo, es inconcebible que se diga algo así si no hay una base justificada. La relación de Ankara con Riad es demasiado importante para ponerla en peligro solo basándose en un rumor injustificado", dice Lowen.

"La relación entre ambos países ya está tensionada por varios temas, incluido el apoyo de Turquía a Qatar en el bloqueo que le está imponiendo Arabia Saudita, la cercanía con los Hermanos Musulmanes (a los que Arabia Saudita considera una organización terrorista), y su acercamiento con el archirrival de Arabia Saudita: Irán.

"Pero si se prueba, el asesinato de Jamal Khashoggi sería la crisis diplomática más grave entre ambos que se recuerde", asegura el periodista de la BBC.

Por un lado, "Turquía podría esperar apoyo de su aliado en la OTAN, Estados Unidos. Pero Arabia Saudita se ha convertido, podría decirse, en el aliado más cercano de Donald Trump en Medio Oriente, y puede ser que Washington tenga reticencias a la hora de enfrentarse a Riad en este momento".

El viernes, el Washington Post dejó en blanco la columna de Khashoggi en señal de apoyo.


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