Como vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence le ha dado vigencia a una frase de John Adams, el primero en ocupar su cargo 229 años atrás: "No soy nada, pero puedo ser todo".
Pence está lejos de ser la figura intrascendente que otrora representaban los vices de este país. Por el contrario, algunos le atribuyen gran influencia en el gobierno de Donald Trump y su Partido Republicano.
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Pero este exgobernador de Indiana de 59 años suele moverse lejos de los focos de atención que posan sobre Trump y evita las polémicas de su jefe, por lo que pasa inadvertido para muchos.
Y Pence puede llegar a serlo "todo" por los riesgos políticos que enfrenta Trump, en especial después que su exabogado lo implicara en delitos de financiación de campaña electoral la semana pasada.
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Si Trump cayera en un eventual juicio político, su reemplazante constitucional sería el evangélico conservador Pence, quien ya es visto como alguien que llena vacíos dejados por un presidente con menos experiencia política y envuelto en escándalos.
De hecho, un nuevo libro sobre Pence lo presenta como un "presidente en la sombra", con un rol activo en asuntos de gobierno, su propio comité nacional de acción política, gente de su confianza en la burocracia federal y viajes constantes alrededor del país.
"Todo esto es en preparación de la partida o derrota de Trump", dice Michael D’Antonio, periodista y coautor junto con Peter Eisner del libro "El presidente en la sombra: la verdad sobre Mike Pence", que salió en venta esta semana en EE.UU.
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"Como dice su propia gente, está listo para ser presidente. Es el objetivo que siempre tuvo desde que estaba en la escuela secundaria", agrega D’Antonio en una charla con BBC Mundo.
"Un cruzado"
Es imposible separar la religión de la vida política de Pence, que en varias ocasiones se ha definido a sí mismo como "un cristiano, un conservador y un republicano, en ese orden".
Demócrata y católico en su juventud, Pence se convirtió política y religiosamente hasta ser definido en el nuevo libro como "el más exitoso supremacista cristiano en la historia de Estados Unidos".
"Es una persona de voz suave cuya conducta y apariencia exterior disfrazan ideas religiosas muy fervorosas", dice D’Antonio. "Es un cruzado en nombre de lo que llamaríamos la derecha cristiana. Le gustaría imponer una moralidad más bíblica en el esquema de gobierno".
Como gobernador de Indiana entre 2013 y 2017, Pence promulgó una ley con restricciones al aborto poco comunes en EE.UU., que fue bloqueada por la justicia, y otra que según sus críticos podría permitir a comercios del estado discriminar contra parejas gay, algo impedido luego por los propios legisladores ante una gran polémica.
Expresentador radial y excongresista, Pence también ha expresado dudas sobre el cambio climático pese a la ciencia que lo avala y en pleno cambio de siglo llegó a afirmar que "fumar no mata".
Esas credenciales conservadoras llevaron a Pence a ser elegido en 2016 como número dos de Trump, quien generaba desconfianza en grupos religiosos que fueron clave para su elección, por sus posturas del pasado más favorables al aborto.
Pero ahora ha comenzado a cobrar fuerza una pregunta: ¿qué pasaría si Pence terminara siendo presidente de EE.UU.?
"De la cleptocracia a la teocracia"
"Hay problemas con un juicio político a Donald Trump. Uno grande es el terror santo que aguarda entre bastidores", escribió Frank Bruni, columnista de opinión del diario The New York Times, en un comentario sobre el libro.
A su juicio, si cambias a Trump por Pence "pasas de la cleptocracia a la teocracia".
Toni Raiten-D\’Antonio Michael D\’Antonio, coautor del nuevo libro sobre Pence, cree que al vicepresidente "le gustaría imponer una moralidad más bíblica" en el gobierno.
Y los defensores de Pence reaccionaron rápidamente.
"Nunca vi tal odio derramado contra un hombre tan bueno. El vicepresidente Pence es un servidor público dedicado, que hace un trabajo ejemplar para nuestra nación", indicó Franklin Graham, una de las principales figuras evangélicas del país.
"Ataques como éste contra él y el Señor que él sirve deben recordarnos a todos que lo mantengamos en nuestras oraciones", agregó.
"Aspira al máximo cargo"
Cuánto poder tiene Pence actualmente es una pregunta que genera diferentes respuestas.
Chad Griffin, presidente de Human Rights Campaign, una organización defensora de los derechos LGBT, sostuvo que es "no sólo el más poderoso vicepresidente de la historia, sino el menos escudriñado".
D’Antonio señala que "quizá sea el más poderoso en asuntos domésticos" y señala que su mano se vio en las nominaciones de dos jueces conservadores que Trump hizo para la Corte Suprema de Justicia, así como en designaciones judiciales de menor nivel.
El vicepresidente también tiene cierta influencia en política exterior, con viajes frecuentes a distintas regiones. En un año y medio ya visitó tres veces América Latina, donde buscó aumentar la presión contra el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Pero otros dudan que Pence ejerza más poder que vicepresidentes anteriores, como Joe Biden durante el gobierno de Barack Obama o Dick Cheney en el de George W. Bush.
"Pence tiene cierto poder; no veo ninguna razón para pensar que es el (vicepresidente) más poderoso", sostiene Joel Goldstein, un profesor de la Universidad de Saint Louis considerado uno de los mayores expertos en la vicepresidencia de EE.UU.
"Por un lado, Pence no quiere ofender a los seguidores de Trump ni a Trump, por lo que exagera en sus elogios a Trump. Pero hay otros momentos en que trata de mantenerse alejado de Trump, para no contagiarse de algunos malos comportamientos", dice Goldstein a BBC Mundo.
Esto fue notorio en la última semana, cuando Pence guardó silencio sobre la declaración de culpabilidad del exabogado de Trump, Michael Cohen, y el veredicto contra su exjefe de campaña, Paul Manafort, por fraude fiscal y otros delitos.
Cauteloso
Pence también ha intentado evitar ser visto como alguien que aspira a ocupar la silla de Trump.
El año pasado rechazó como "vergonzoso y ofensivo" un artículo del New York Times que informó que sus asesores de ya indicaban en privado que él buscaría la presidencia en 2020 si Trump evitase presentarse a un segundo mandato.
Pero el periódico respaldó la historia, que incluía abundantes detalles.
D’Antonio, que previamente publicó una biografía de Trump, recuerda que Pence ya participa en más actos de campaña alrededor del país que el presidente, pero cree que acusarlo de traición sería ir demasiado lejos.
Y destaca la importancia de prestar atención al fervor religioso de Pence como político.
"Cuando una persona aspira al máximo cargo y quiere ser la persona más poderosa en la Tierra, eso tiene que ser discutido", advierte.
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