¿Sabes quiénes son esos 7 chicos que aparecen en la foto?
Si estás pensando: "Por supuesto… ¡BTS!", y estás a punto de recitar sus nombres, te cuento que fuimos a explorar su mundo.
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Si ni las caras ni esas tres letras significan nada para ti, te cuento que son parte de un fenómeno difícil de ignorar que se conoce como La Ola Coreana, que se está tornando en un tsunami.
Para los no iniciados, dos palabras: Gangnam Style o Estilo Gangnam.
Ese video musical del artista PSY, que fue el video más visto en YouTube desde finales de 2012 hasta mediados de 2017, es solamente un eslabón de una cadena de éxitos que el K-pop ha acumulado en diversas partes del mundo, desde China hasta Chile, de Ucrania a Uruguay.
La ola coreana no es sólo música. Las series televisivas coreanas, conocidas como K-dramas, también se están expandiendo a lo largo y ancho del planeta.
¿Cuál será el secreto de su éxito?
Para que nos diera una guía para principiantes de K-pop, acudimos a Stacy Nam, una coreana-estadounidense que trabaja en la capital de Corea del Sur, Seúl, en marketing internacional y relaciones públicas para la industria de la música.
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"Ayudo a los extranjeros a enamorarse de los artistas de K-pop y gastar todo su dinero", dice en medio de risas.
"Algunos de los grupos más grandes en este momento son: BTS, por supuesto, y EXO, que es un grupo de la agencia de entretenimiento SM Entertainment. SM son las iniciales de Soo-Man, que era un cantante antes de fundar su propia agencia".
"Los nombres de muchas de las principales agencias en Corea son las iniciales de la persona que las fundó, como YG Entretainment y JYP Entretainment, ambas también de excantantes", explica.
Esas tres dominan la industria. Aunque eso no quiere decir que las otras no tengan chance. De hecho, la agencia del grupo BTS es pequeña y sin embargo lograron llegar a la cabeza de la lista de éxitos de Estados Unidos.
¿Que rol juegan estas compañías?
La industria del entretenimiento en Corea es muy diferente a la estadounidense, explica Nam.
"Tomemos como ejemplo alguien como Justin Bieber. Alguien lo vio en YouTube, reconoció su talento y dijo: ’quiero convertirte en una estrella’. De ahí, al estudio. No recibió mucho entrenamiento antes de lanzar un álbum".
"En K-pop, si los aspirantes son seleccionados por una empresa, ésta se encarga de todo. Si necesitan algún tipo de retoques -como arreglar los dientes, mejorar la piel, alguna cirugía plástica- la firma paga".
Además, les dan clases de danza y actuación, les enseñan cómo hablar en shows de variedades y les costean cursos de idiomas.
"Para cuando los miembros de las bandas -a los que se les llama ídolos- se estrenan ante el público, uno de ellos sabrá hablar inglés, otro chino, otro japonés…".
En resumen, son entrenados para triunfar en el mercado internacional.
"Para cuando debutan, las firmas ya han invertido grandes cantidades de dinero para convertirlos en lo que son", señala Nam.
Antes y después
La imagen es tan importante como la música… quizás más. Eso significa que la edad no es sólo un número. Si aspiras a ser un ídolo, debes tener entre 15 y máximo 20 años.
Puede que comiencen jóvenes, pero pasarán hasta 9 años formándose antes de que finalmente se den a conocer al público.
Durante ese tiempo, se espera que trabajen largas horas, a menudo viviendo en alojamientos proporcionados por la compañía.
¡Ah! Y tener novios o novias es un gran NO… sumamente contraindicado.
Una imagen perfecta, un estilo de vida dictado por otros, una vida privada restringida… ¿demasiado?
"Una vez que entras a la empresa, tienes que demostrarle tu valor y tienes que vender. Si eso es lo que exige el público -un cuerpo determinado, cierta cara- lo debes hacer", le dice a la BBC Kim Ye-seul, una aspirante a ídolo.
"Parece que, si consigues que te seleccionen, en cierto modo te convertirás en propiedad de la empresa para la que trabajas", le señalamos.
"Estoy de acuerdo contigo. Pero no me metí en esto sin saberlo. Muy pocas personas entran en esto sin ser conscientes de las circunstancias. Entonces creo que es algo que debes aceptar".
Dado el espíritu de sumisión, tal vez no sea sorprendente que la industria del entretenimiento de Corea del Sur haya tenido una buena cantidad de acusaciones de abuso.
Una de sus estrellas se suicidó, dejando atrás una carta que decía que su agente la había obligado a tener relaciones sexuales con más de 20 VIP.
¿Y el arte?
Tales historias no son suficientes para desanimar a miles de aspirantes, ni a padres como los de Kim Ye-seul, que pagan hasta US$500 al mes en escuelas de ídolos: lugares donde preparan a jóvenes que aspiran a ser seleccionados por las agencias, que después los van a entrenar.
"Hay muchas en Seúl", nos dice Lee Sol-lim, la directora de la escuela a la que asiste Kim Ye-seul.
"La industria de ídolos de Corea tiene 20 años y hay muchas escuelas que hacen cosas similares. Y ahora incluso las universidades están abriendo clases que enseñan a convertirse en ídolos. Esta industria seguirá creciendo", afirma.
Muchas personas consideran que la música es esencialmente una forma de arte, pero en esta industria parece ser principalmente un negocio. ¿Es justo decir que el K-pop es, primero que nada, un negocio?
"La música ídolo aquí es dominante y nos la tomamos en serio. La música ídolo es una industria musical planificada. Es un negocio que implica mucha producción, que involucra a mucha gente, así que lo que sucede es inevitable", responde.
Éxito orgánico
K-pop en realidad no es música de estilo coreano, se parece más al pop británico o estadounidense.
Kyunghee Hannah Choi trabaja para la Fundación Coreana para el Intercambio Cultural Internacional, que es financiada por el Ministerio de Cultura, Deporte y Turismo de Corea del Sur.
Para ella, el atractivo global de K-pop se debe a la mezcla de familiaridad con algo nuevo, y el éxito de la cultura pop surcoreana como una exportación ha sido orgánico, con el gobierno actuando simplemente como un facilitador.
"Se dice que la Ola Coreana es un éxito sin diseño, pues nadie marcó el tipo de estrategias. El gobierno simplemente trató de hacer que el mercado fuera estable, haciendo más políticas favorables al mercado y ese tipo de cosas".
Su organización es la que cuantifica el beneficio económico de la Ola Coreana, y los resultados más recientes están en un libro muy grueso.
"El año pasado, K-ola aportó alrededor de 18 billones de wones a la economía coreana", resume. Eso es unos US$18.000 millones. "4% más que el año anterior", subraya.
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