Los hinchas argentinos se resignaron tras su eliminación en el Mundial Rusia 2018 con la idea de que Lionel Messi, considerado por muchos el mejor jugador del mundo, aún puede llegar a Qatar 2022.
Los brasileños, eliminados en cuartos de final, saben que dentro de cuatro años todavía puede montar un gran equipo con sus estrellas: Neymar, Coutinho, Firmino y Gabriel Jesús.
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Pero la realidad es que hay múltiples señales que apuntan a que los próximos mundiales serán más difíciles de ganar para los equipos de Sudamérica y otras seleccionas no europeas.
Y con ello el dominio europeo parece haber llegado para quedarse.
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El partido entre Francia y Croacia del domingo fue la cuarta final consecutiva del Mundial ganada por Europa, una racha que nunca se había visto antes.
La victoria de Alemania en 2014 también fue un "hat-trick" sin precedentes.
Con la excepción de Argentina en la final de hace cuatro años, desde 2006 la Copa del Mundo ha sido un asunto completamente europeo desde la fase de semifinales.
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La última vez que hubo un campeón no europeo fue cuando Brasil ganó en 2002.
"El torneo es un juguete europeo y esto se está haciendo cada vez más evidente", dice Martín Fernández, de Globo Esporte, el portal de noticias deportivas más conocido de Brasil.
"América del Sur se ha quedado atrás".
Donde se mueve el dinero
Hay varias razones que explican esto.
La más inmediata es que los principales países europeos tienen más recursos financieros para invertir en reclutamiento, desarrollo y formación de jugadores.
Las naciones de América del Sur sufren en esto, con la excepción de Brasil y sus grandes patrocinios (los cuales se dan más por su reputación pasada que por los resultados recientes).
La Argentina de Messi adolece en cuestiones de dinero.
La selección dos veces campeona del mundo tienen un acuerdo con Adidas para el patrocinio de su camiseta por US$11 millones al año, según reportes.
Esto es menos de lo que Rusia, una nación que nunca ha ganado la Copa del Mundo, recibe de la misma empresa.
Mientras tanto, Alemania y España tienen acuerdos con la empresa de ropa deportiva alemana que les dan US$58 millones y US$47 millones, respectivamente.
Brasil ya no es la camiseta más querida de Nike.
Francia e Inglaterra tienen acuerdos con el gigante de la ropa deportiva estadounidense por US$40 millones y US$50 millones, mientras que los pentacampeones del mundo reciben US$36 millones.
Sin embargo, la dominación europea no solo se basa en el valor económico que tienen.
Más espacios garantizados
En el formato actual, Europa recibe 13 plazas directas de las 32 del Mundial. Le sigue África con 5.
En los casos de Sudamérica (5), Asia (3), Centro y Norteamérica (3), hay tres plazas adicionales que se reparten mediante un repechaje intercontinentales con Oceanía.
El expresidente de la FIFA Joseph Blatter hizo la expansión del torneo de 24 a 32 naciones para Francia 1998, lo que benefició a los países asiáticos y africanos.
"Sobre la dominación de Europa. No olviden que Europa tenía 14 equipos en la Copa del Mundo y América del Sur tenía 5", escribió en Twitter el sábado.
Europa -especialmente en Europa Occidental donde se ubican los únicos ganadores- por supuesto que se beneficia de esto.
https://twitter.com/SeppBlatter/status/1018167777482469377
Pero su dominio también se basa en su enfoque de potenciar el talento.
Bélgica, Inglaterra y Francia, los tres semifinalistas europeos en Rusia, han puesto en marcha planes de desarrollo de jugadores que los países de otras regiones no tienen.
Bélgica, por ejemplo, exige que todos los clubes adopten el mismo esquema táctico en las academias juveniles para el desarrollo de la conciencia táctica de los jugadores.
Brasil, por el contrario, tiene un sistema caótico que se basa en la excelencia de algunos clubes y en las enormes reservas de talento que hay por el país.
"Seis países de Europa Occidental han terminado entre los cuatro primeros de los últimos tres mundiales", dice Stefan Szymanski, coautor de "Soccernomics", una "biblia" para los fans de las estadísticas del fútbol.
"Mientras que algunos fallan inevitablemente, siempre hay un vecino que vence. Todo esto mientras que solo el 5% de la población mundial vive en Europa Occidental", señala.
Pero Szymanski y su coautor Simon Kuper, del diario Financial Times, son firmes creyentes de que el dominio europeo tiene un factor más importante.
Aprender de los vecinos
Su teoría es que la ubicación también importa: los equipos de Europa Occidental se benefician de una red de conocimiento que otros no tienen.
España, por ejemplo, importó su temible estilo de pasar la pelota de Holanda, lo que resultó en dos trofeos de la Euro y su primer título de la Copa del Mundo en 2010.
"A pesar de ganar el título europeo 1964, España no logró casi nada en los torneos internacionales en las décadas posteriores hasta que finalmente se abrieron a Europa y al mundo", escribieron los autores.
Mientras que Brasil y Bélgica tienen a sus estrellas jugando para los clubes más grandes de Europa, es Bélgica la que está más cerca del intercambio de ideas y soluciones en Europa.
Hay muy pocos entrenadores latinoamericanos que trabajen en el extranjero, con excepción de Mauricio Pochettino y Diego Simeone.
La brecha de conocimiento latinoamericana no será cerrada solo con viajes de preparación por Europa.
Además, a partir de este año las selecciones europeas no solo tendrán la Euro para medirse entre sí.
El 6 de septiembre, Alemania y Francia van a poner en marcha la Liga de Naciones de la UEFA, un torneo que implicará a los 55 países de la confederación.
Los partidos se llevarán a cabo durante los descansos internacionales, los cuales normalmente eran reservados para encuentros amistosos con otros países.
Con el nuevo torneo, las posibilidades para los equipos no europeos de jugar con los de Europa se verá seriamente obstaculizada hasta mediados de 2020.
Y si eso no es preocupante para América Latina, hay otro hecho que lo es: la dominación europea ya está haciendo sentir su presencia en la categoría juvenil.
Francia, Serbia e Inglaterra ganaron las últimas tres Copas del Mundo Sub-20. Inglaterra actualmente también tiene la corona Sub-17.
Para los sudamericanos significa una sola cosa, dice Martín Fernández: "En noviembre de 2022, cuando Brasil y Argentina regresen a la Copa del Mundo, la diferencia con Europa solo se habrá ampliado".
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