Debería ser un día de celebraciones en el París Saint-Germain tras su exhibición en la goleada 8-0 sobre el Dijon con un Neymar en plan estelar.
El brasileño cuajó su mejor partido con la camiseta del club parisino al participar directamente en seis de los goles y dejando su firma en cuatro de ellos.
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Pero pese a su magnifica actuación, el One man show ("El espectáculo de un solo hombre"), según tituló el principal diario deportivo francés L’Equipe con la imagen del brasileño Neymar da Silva Santos Júnior en su portada, fue abucheado por un amplio sector de la grada en el estadio Parque de los Príncipes.
¿La razón? Su idolatría por el uruguayo Edinson Cavani, quien anotó un gol para llegar a 156 e igualar al sueco Zlatan Ibrahimovic como máximo artillero en la historia del club parisino.
Hubiera podido superar esa marca cuando hacia el final del partido y la goleada sentenciada, el delantero uruguayo sufrió una falta dentro del área que el árbitro señaló como penal.
Pero Neymar tomó la pelota, cobró el lanzamiento y anotó su cuarto gol pese al pedido de los aficionados que coreaban el nombre de Cavani.
El gesto del brasileño no gustó y en lugar de aplausos lo que recibió fue la desaprobación del público, que claramente quería festejar el récord de un jugador que llegó al club en 2013 y tras la salida de Ibrahimovic quedó como el máximo ídolo de la afición.
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Pulso sudamericano
El primer careo entre Cavani y Neymar se produjo hace cuatro meses cuando el matador uruguayo se negó a darle la pelota a Neymar para cobrar un penalti.
Se filtró una fuerte discusión entre ambos en los vestuarios y tuvo que salir el técnico Unai Emery a calmar las aguas.
Luego siguieron semanas de aparente calma con un PSG batiendo récords goleadores en la Champions League y arrasando por la liga francesa.
Pero la placidez de la superficie lo único hizo fue esconder el remolino que iba creciendo en el lecho y que ahora deja en evidencia la turbulenta relación que se vive en el club, con dos facciones claramente enfrentadas.
Por un lado está la liderada por Cavani, que cuenta con el apoyo de la mayor parte de la plantilla y la afición.
Por el otro se encuentra la de Neymar, guiada por el capitán Thiago Silva junto al clan brasileño y que es arropada por el club y Emery, quien volvió a reiterar este miércoles que el delantero brasileño es "nuestro líder en la cancha".
La tregua entre los dos bandos se rompió a comienzos de este año con el castigo que recibió Cavani tras llegar tarde junto al argentino Javier Pastore de las vacaciones de Navidad, hecho que fue recriminado públicamente por Silva.
"Vivimos un momento muy importante para el club y debemos estar unidos", dijo el defensor brasileño.
"Cavani y Pastore han hecho cosas que no son buenas ni para el grupo ni para el club. Debemos reflexionar antes de hacer estas cosas pero estamos a su lado".
El uruguayo fue omitido de los dos primeros juegos del PSG en 2018, por la Copa de Francia y la Copa de la Liga, y el pasado fin de semana fue sustituido por Emery frente al Nantes en el minuto 68 para darle entrada al defensor Thomas Meunier con el partido 0-1 en el marcador.
Más que un récord
Meunier fue uno de los pocos que habló este miércoles sobre la situación que se vive en el conjunto parisino y los pitos que recibió Neymar de sus propios aficionados.
"Es un poco vergonzoso y desagradecido, porque antes de eso ’Ney’ anotó cuatro goles y dio dos asistencias", consideró el jugador francés.
"Sabemos que ’Edi’ es alguien importante en la historia del club. Ha estado aquí durante varios años y siempre ha sido bueno para el club y sus aficionados, además de ser un muy buen jugador".
"Neymar pudo haberle dado el balón y hubiera sido un bonito gesto de juego limpio. Pero en el papel era Neymar quien tenía que cobrar el penalti y el hizo eso", insistió Maunier.
"No hay polémica, lo que pasó fue algo normal".
El defensor comprendió la reacción de Neymar al ser abucheado y que cualquiera en su lugar hubiera actuado igual.
"Él es alguien que puede ser un poco impulsivo y tal vez algo resentido", dijo, "pero tiene un poco de razón porque hizo mucho para el equipo hoy y por el hecho que lo estuvieran silbando, no se lo tomó muy bien".
Neymar no celebró la goleada sobre el Dijon en el campo y se marchó a los vestuarios con el balón gracias a su "póker" de goles, mientras el público mostraba su sentimiento por Cavani.
Seguramente el uruguayo quedará como el goleador histórico en uno de los cuatro partidos que le quedan al PSG en enero, pero lo que quedó en evidencia el miércoles es que el problema va más allá del récord.
Y una vez definidos las facciones dentro del vestuario, y posicionados el club y la afición en bandos contrarios, habrá que ver si eso podrá afectar al PSG de cara a su gran objetivo de la temporada: la Liga de Campeones.
El 14 de febrero se sabrá frente al Real Madrid.
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