"El motivo de la cancelación de mi viaje a Londres es que no soy un gran fan de que la administración de Obama haya vendido la que quizás es la mejor ubicada y hermosa embajada en Londres a cambio de migajas".
Así fue como en la noche del jueves, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, justificó su decisión de cancelar su viaje a Reino Unido, el cual estaba programado para febrero.
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En la agenda del presidente Trump estaba la inauguración de la nueva embajada estadounidense en Londres, la cual abrirá sus puertas sin la presencia del mandatario.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/951679619341737986
En su cuenta de Twitter, Trump criticó que el gobierno de Estados Unidos haya invertido, dijo, US$1.200 millones en la nueva sede, ubicada en el barrio Nine Elms, al suroeste de Londres.
Este edificio reemplaza a la sede diplomática ubicada en el centro de la capital británica.
Trump responsabilizó de este gasto al gobierno de Barack Obama. "Mal negocio. ¡Me querían para que cortara la cinta, pero NO!", escribió en su tuit.
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Sin embargo, el cambio de sede diplomática no fue aprobado durante el gobierno de Obama (2009-2017), sino durante el del republicano George W. Bush (2001-2009).
Luego de que varias sedes diplomáticas de Estados Unidos fueron atacadas, el Congreso estadounidense ordenó que sus principales embajadas se ubicaran a, por lo menos, 100 pies (30,5m) de la calle.
Así es que la nueva embajada estadounidense en Londres respeta esa distancia, la cual previene cualquier ataque de un vehículo que fuera intencionalmente dirigido en contra del edificio.
Frente al nuevo edificio hay un lago artificial que funciona como foso defensivo, además de que el perímetro de la construcción tiene bolardos de acero, unos pequeños postes, que previenen el impacto de vehículos.
Las ventanas de la nueva embajada son de vidrio laminado a prueba de bombas, el cual tiene un grosor de unos 15 cm.
Potestas
Pese a las quejas de Trump sobre la nueva embajada, hay quien cree que el mandatario canceló su viaje a la capital británica consciente de las protestas que podría generar su visita.
El exembajador británico en EE.UU. Christopher Meyer dijo este viernes a la BBC que sería difícil gestionar la seguridad de Trump si "sigue siendo tan impopular entre la población británica como lo es ahora".
El nuevo edificio diplomático que no inaugurará Trump, tiene 12 pisos decorados con temas de la cultura estadounidense.
Además, cuenta con 21 habitaciones para albergar a infantes de marina y una unidad de emergencias médicas.
En palabras del arquitecto James Timberlake, el diseño del edificio es una combinación de "seguridad y sostenibilidad", porque se espera que tenga un bajo impacto ambiental.
Su techo cuenta con paneles fotovoltaicos que aprovechan la energía solar para suministrar energía eléctrica al edificio.
La vieja embajada estadounidense en Londres fue vendida al fondo de inversión Qatari Diar Real Estate Invesment, que tiene planes para transformarla en un hotel de lujo.
Tras la negativa de Trump, el nuevo edificio será inaugurado próximamente por el secretario de Estado, Rex Tillerson.