A sus 79 años, el expresidente Alberto Fujimori sigue dividiendo a los peruanos.
Para sus simpatizantes, es el hombre que salvó a Perú de un mal doble: la guerrilla y el colapso económico.
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En cambio, para sus detractores, es un autoritario que abusó de las instituciones democráticas del país para conservar el poder.
Y la opinión pública se ha dividido aún más esta Noche Buena.
El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, concedió este domingo el indulto "por razones humanitarias" a Fujimori, quien desde 2009 estaba cumpliendo una sentencia de 25 años por abusos de derechos humanos y corrupción.
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El indulto, que había sido solicitado en varias oportunidades por razones de salud por la familia, abogados y hasta el propio Fujimori, llegó apenas tres días después de que Kuczynski se salvara de ser destituido por el Congreso.
Lo que parecía ser una destitución inminente no consiguió los votos necesarios gracias a una decena de parlamentarios liderados por Kenji Fujimori, el hijo menor de Alberto.
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Pero Kenji no es el único Fujimori con fuerte influencia en la política actual de Perú.
Keiko Fujimori no solo fue la rival de Kuczynski en las últimas elecciones, sino que encabeza la oposición al presidente, que tiene la mayoría en el Congreso.
https://twitter.com/KeikoFujimori/status/945097124563357701
Con este indulto, Perú vuelve a polarizarse por el legado y futuro de Alberto Fujimori y su dinastía política.
El hombre
Alberto Fujimori nació el 28 de julio de 1938 en Lima, donde sus padres se establecieron procedentes de la aldea japonesa de Kamachi.
De niño estudió en escuelas públicas limeñas y en 1960 se licenció en ingeniería agrónoma, obteniendo el mejor promedio de su promoción.
También se graduó de una maestría en matemáticas y se dedicó a la docencia universitaria antes de saltar a la política, aprovechando la crisis de los partidos tradicionales para surgir del anonimato político apenas semanas antes de las elecciones presidenciales de 1990.
Fujimori, apodado "el chino" por sus rasgos orientales, se casó en 1974 con Susana Higuchi -también de origen japonés- con la que tuvo cuatro hijos: Keiko Sofía, Hiro Alberto, Sacha Marcela y Kenji Gerardo.
Fujimori se divorció de Higashi en 1996 y después estuvo unido sentimentalmente a la japonesa Satomi Katakoa.
Durante su exilio en Japón, que comenzó a finales del año 2000, se dedicó a dar conferencias y a presentar un programa semanal de radio, "La hora del chino", que se emitía en Perú.
El político
Desde su vertiginoso comienzo político, Fujimori nunca estuvo alejado de la controversia.
El país que heredó estaba quebrado económica y socialmente, azotado por un 7.000% de inflación anual y la creciente actividad de los grupos rebeldes Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).
Tras asumir su primera presidencia en julio de 1990, adoptó un estricto plan antiinflacionario que provocó el descontento de los sectores sindicales y del poder legislativo.
Luego del retiro del apoyo parlamentario, comenzó a gobernar por decreto y el 5 de abril de 1992 propició un autogolpe de Estado con el apoyo del Ejército, clausuró el Congreso y disolvió el Poder Judicial.
En septiembre de ese año fue arrestado el líder del grupo maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
La lucha contra la violencia de Sendero y el MRTA se transformó en el lema principal de Fujimori, quien supo capitalizar su éxito para volver a arrasar en las elecciones de 1995.
Segunda presidencia
Ante el aplauso de la mayoría de los peruanos, en especial de las clases populares, y la indiferencia de la comunidad internacional, la alianza de Fujimori y las Fuerzas Armadas se estrechó, y aumentaron las denuncias de varios sectores de la sociedad peruana ante la consolidación de un régimen cívico-militar.
Muchos observadores independientes comenzaron a destacar la existencia de un poder detrás del poder, con un especial protagonismo de los servicios de inteligencia, y de su controvertido jefe, Vladimiro Montesinos.
En diciembre de 1996 se desató uno de los episodios más recordados de la era Fujimori: la toma de la residencia del embajador japonés en Lima, por parte del MRTA.
72 personas fueron mantenidas como rehenes por 126 días, durante los cuales Fujimori rehusó a ceder a las peticiones de los guerrilleros.
El secuestro terminó el 22 de abril de 1997 con una operación militar ordenada por Fujimori que logró liberar a los cautivos, aunque uno murió, y en la que fallecieron también 14 rebeldes y dos miembros del comando de rescate.
El 14 de julio de 1999 fue capturado el último de los fundadores de Sendero Luminoso, conocido como "camarada Feliciano".
El tercer mandato y la fuga
A pesar de que la constitución peruana de entonces limitaba a dos los periodos presidenciales consecutivos de un mismo mandatario, Fujimori se postuló a las elecciones de 2000 alegando que esta disposición había entrado en vigor durante su primer mandato, y por tanto esta nueva candidatura era su primera reelección.
La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su preocupación tras la primera vuelta de los comicios y reiteró sus dudas en la segunda ronda.
El opositor Alejandro Toledo, quien había salido segundo en la primera vuelta con el 40% de los votos, decidió no concurrir a la segunda vuelta por considerarla fraudulenta.
La reelección de Fujimori el 28 de mayo de 2000, sin rival y sin observadores, fue considerada por muchos analistas como una victoria pírrica.
Pero al final fue un escándalo de corrupción protagonizado por el entonces jefe del Servicio de Inteligencia y mano derecha, Vladimiro Montesinos, sumado a los efectos de una dura situación económica, los que llevaron a que Fujimori huyera de Perú en 2000.
Apenas un mes y medio después de asumir por tercera vez se difundió un video en el que se veía a Montesinos entregando dinero a un congresista de la oposición, lo que causó gran escándalo.
A pesar de ordenar la desactivación del Servicio de Inteligencia, Fujimori se vio obligado a convocar a nuevas elecciones pocos días después, el 8 de abril.
La caída de Montesinos provocó además una crisis política que dejó al partido de Fujimori, Perú 2000, en minoría en el Congreso.
Fujimori aprovechó entonces un permiso del Poder Legislativo para participar en cumbres presidenciales en Brunéi y Panamá. Luego viajó a Japón.
Desde allí anunció el 19 de noviembre de 2000 su dimisión como presidente de Perú, lo que provocó la inmediata retirada de todos sus ministros.
El Congreso peruano, sin embargo, se negó a aceptar su renuncia y le destituyó por "incapacidad moral permanente", tras lo cual fue reemplazado por Valentín Paniagua.
El 11 de diciembre el gobierno japonés le reconoció a Fujimori la nacionalidad nipona, lo que le dio derecho a permanecer en Japón y a no ser extraditado.
A pesar de un pedido de detención ordenado por Interpol y de solicitudes de extradición por delitos de lesa humanidad y corrupción, ordenados por Perú, Fujimori anunció su intención de presentarse nuevamente a la presidencia de Perú.
En febrero de 2005 el Tribunal Constitucional de Perú se pronunció contra esta pretensión, por estar vigente la inhabilitación por 10 años que le impuso el Congreso al fugitivo exmandatario.
No obstante, en julio Fujimori renovó su documento nacional de identidad como ciudadano peruano y en septiembre obtuvo el pasaporte con vistas -según anunció- a regresar a Perú y participar en los comicios.
En noviembre sorprendió al mundo al aterrizar en Santiago de Chile y anunciar que permanecería allí de manera temporal.
Poco después fue detenido por la policía chilena a pedido del gobierno peruano. Se inició entonces el proceso de extradición y el 7 de abril de 2009 Fujimori recibió en Lima la pena de 25 años en prisión.
El exmandatario fue procesado por dos matanzas ocurridas en 1992 en las que 25 personas murieron a manos de un escuadrón militar encubierto, el grupo Colina,y por el secuestro de un periodista y un empresario ese mismo año.
Por ser delitos de lesa humanidad, Fujimori solo podía recibir una reducción de condena si el presidente en ejercicio le otorgaba el indulto humanitario, una gracia extraordinaria para reclusos con enfermedades graves y con riesgo de empeorar por las condiciones carcelarias.
Navidad en libertad
"Una junta médica oficial ha evaluado al interno y ha determinado que el señor Fujimori padece de una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable y que las condiciones carcelarias significan un grave riesgo a su vida, salud e integridad", dice el comunicado de Presidencia de Perú publicado este domingo.
Y agrega: "El presidente de la República, en uso de las atribuciones que le confiere la Constitución Política del Perú para tales fines, ha decidido conceder el indulto humanitario al señor Alberto Fujimori Fujimori".
En un video publicado este lunes por Kenji Fujimori en su cuenta de Twitter, se puede ver al parlamentario leyendo el texto junto a su padre.
https://twitter.com/KenjiFujimoriH/status/945155701734805505
Alberto Fujimori se encuentra hospitalizado en una clínica en Lima desde el viernes, cuando una nueva complicación de salud obligó a su traslado desde la cárcel.
Una cárcel a la que ya no volverá.
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