Son muchas las reacciones que ha habido sobre el asesinato de Charlie Kirk. Hay personas que lo han sentido profundamente, mientras que hay personas que hasta han celebrado esto. Hay otros que han expresado puntos intermedios y que, luego de hacer un disclaimer de que no creen en la violencia o que rechazan el asesinato, escriben cosas como “este es el resultado lógico de lo que hizo”, o “se lo buscó”, o “se lo merecía”. No se dan cuenta que con estas aseveraciones están tirando al zafacón el disclaimer que hicieron al principio, ya que, si piensan que el asesinato es el resultado de sus acciones, entonces están diciendo que creen que lo que sucedió es lo que debió haber sucedido, que una cosa va detrás de la otra y que es lo “normal o lógico”.
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Han tildado a Kirk de racista, supremacista, que sembraba odio, y han atacado sus creencias. Llevo aproximadamente dos años siguiendo a Kirk y he visto cientos de sus videos y lo que yo he visto, no lo que he escuchado, sino lo que he podido comprobar no va a la par con lo que personas están expresando. Lo he visto hablando y debatiendo de manera respetuosa con personas que no piensan igual a él. Lo he visto motivar, apoyar y tener empatía con personas negras, latinos, trans, gay, orientales, indios nativos, jóvenes, ancianos, etc… Lo vi diciéndole a un trans que él no odiaba a la comunidad gay, sino que dijo que ¿cómo puede odiar a alguien a quien Dios le ha puesto amor en su corazón?
Hoy en día, todavía hay personas que no entienden que su mayor legado NO es lo que él creía, sino que su mayor legado fue el enseñarnos la importancia de hablar, dialogar y debatir SIN insultos, SIN personalismos y SIN molestarnos. Todos tenemos opiniones, y, muchas veces, somos bien firmes en nuestras opiniones, pero, ¿en qué basamos nuestras opiniones? ¿En lo que nos dijeron? ¿En el sentimiento que podamos tener sobre el asunto o sobre una persona allegada que esté envuelta en el asunto? Kirk basaba sus opiniones en leyes, estudios y estadísticas. Al hacer esto, sus argumentos estaban basados en datos, lo que hacía que fueran objetivos en vez de subjetivos. Recuerdo, cuando yo estaba en la universidad, participaba de un grupo interreligioso, donde había católicos, protestantes, mormones y testigos de Jehová y nos sentábamos a hablar, a entender las similitudes y las diferencias entre unos y otros con respeto y con un interés genuino de aprender. No quise ser alguien que repitiera como un papagayo cosas que escuchaba o que me decían, yo quería ir a la fuente para comprobar si era cierto o no y poder sacar mi propia opinión en vez de repetir la opinión de otros.
Lo que Kirk nos enseñó y nos hizo entender es que nuestra opinión como conservadores tiene el mismo peso que otras opiniones. Independientemente de cuán vocal, enérgica, o inclusive violenta sea la expresión de esas opiniones, TODAS tienen el mismo peso. Nos enseñó y nos mostró lo que es tener personas que opinan diferente HABLANDO los unos con los otros, debatiendo los diferentes puntos con respeto. Muchas veces, callamos por “no causar problemas”. Desgraciadamente, este acto de callar nos ha traído a donde estamos hoy en día. No existe manera que un pueblo pueda tener cambios significativos si lo que hacemos es callar. El que Kirk hablara sobre nuestras diferencias, en vez de callar, ha tenido un impacto profundo en muchos países del mundo, no solamente Estados Unidos. Hay miles de personas que han manifestado solidaridad con Kirk, personas de todos colores y nacionalidades. Hay videos de actos de recordación y reconocimiento en países como Corea del Sur, España, Alemania, Italia, Australia, Polonia, Austria y Nueva Zelandia para nombrar algunos. En Inglaterra, hubo una marcha que alegan tuvo millones de personas.
Personalmente, estoy de acuerdo con que todos debemos ser tratados con la misma dignidad humana, y por ende, debemos estar dispuestos a escuchar opiniones variadas, sobre todo si son opuestas o diferentes a las nuestras. Sin embargo, el callar ya no es opción. Puerto Rico ha sufrido mucho porque la “mayoría silente (o silenciosa)” se ha mantenido callada. El callar ya no es opción, necesitamos hablar y debatir para llegar a acuerdos y poder caminar juntos hacia el futuro. De ahora en adelante, por ahí es que iré.