Opinión

Migrar no es un crimen: saca la cara, Puerto Rico

Lee aquí la columna de la portavoz del Movimiento Victoria Ciudadana y abogada

Columnistas + Rosa Seguí
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Recientemente, cuatro organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos humanos se unieron para lanzar una campaña basada en la solidaridad de la ciudadanía hacia la querida comunidad de familias migrantes en Puerto Rico. American Civil Liberties Union de Puerto Rico, Amnistía Internacional de Puerto Rico, Kilómetro Cero y Comuna Caribe son las organizaciones que crearon esta importante iniciativa.

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Esta campaña, llamada “Migrar no es un Crimen: Saca la cara, Puerto Rico”, va dirigida a acabar, mediante la educación, con los mitos relacionados a la migración. Algunos de estos mitos, lamentablemente, se repiten por parte de funcionarios gubernamentales y del comentariado como, por ejemplo, alegar que migrar es un crimen en sí o hacerle creer a la ciudadanía que quienes migran a un país son delincuentes, o peor aún, llamar a las personas que migran “ilegales”.

Las investigaciones que han realizado algunas de estas organizaciones reflejan, sin lugar a dudas, que la abrumadora mayoría de las personas detenidas o arrestadas por las autoridades migratorias federales NO tienen expediente criminal. El llamado al pueblo de Puerto Rico es a que nos unamos y nos organicemos en nuestras comunidades para establecer actividades solidarias y humanitarias para garantizar los derechos de las personas migrantes y su acceso a servicios esenciales.

Por ejemplo, ahora con el comienzo del año escolar, una de las actividades solidarias que esta campaña promueve que se ejecute es hacer guardias para que la niñez pueda asistir a sus clases y a la escuela de forma segura. Otras actividades incluyen crear fondos comunitarios, para cubrir costos legales, y grabar las intervenciones de las autoridades federales.

Esta campaña hace el llamado para que los municipios se conviertan en ciudades santuario y a que no se dejen intimidar por el gobierno central, debido a que está muy claro que no existe justificación legal, moral ni ética para “cooperar” con estas políticas violentas, crueles y discriminatorias de Donald Trump, sin existir una orden judicial que así lo requiera.

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